La pandemia provocada por la crisis del coronavirus ha paralizado la actividad deportiva en España y también, en cierta medida, la de los despachos de los clubes. En el Unicaja, tras decidir la semana pasada una rebaja salarial para los jugadores de la primera plantilla y para Luis Casimiro, las miradas están orientadas ahora a ver cómo, cuándo y de qué manera acaba la temporada en la Liga Endesa y en la Eurocup, dejando a un lado, de momento, otras cuestiones que antes de este parón eran más prioritarias.

Antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma, el club de Los Guindos llevaba varias semanas trabajando en las renovaciones de Carlos Suárez y de Alberto Díaz, dos de los jugadores más queridos por la afición del Martín Carpena. Ambas operaciones siguen su curso y están muy bien orientadas, aunque los tiempos ahora son distintos con todo lo que ha pasado, el anuncio oficial de ambos acuerdos deberá esperar.

La Opinión de Málaga publicó el pasado día 16 de enero un primer acercamiento entre José Ortiz, representante de Carlos Suárez, y el club. Desde entonces ambas partes siguieron hablando y su continuidad hasta el verano de 2021 está garantizada, aunque queda pendiente un acuerdo que alargue al menos un año más el contrato del capitán verde con el equipo cajista.

Hay que recordar que Suárez termina contrato este próximo mes de junio. Es verdad que tiene un año más firmado (hasta junio de 2021), pero es opcional solo por parte del club. Es decir, que si el Unicaja quisiera, podría romper ese acuerdo el próximo verano de forma unilateral (con la consiguiente indemnización económica) y Suárez dejaría de ser jugador cajista. El club y el entorno del jugador acordaron semanas atrás que el Unicaja descarte utilizar esa cláusula, por lo que su renovación por una temporada más está garantizada, como informó este periódico el pasado 9 de marzo.

Todo hace indicar que esto es solo un primer paso para que Suárez amplíe hasta 2022 ó incluso 2023 su vinculación con un Unicaja que no ve con malos ojos esta opción, pero que ahora parece decidido a solucionar otras «cuestiones» antes de acometer esa extensión del contrato del «capi» con los verdes. Parece que jugador y Unicaja están condenados a entenderse y este primer acuerdo hasta junio de 2021 será la antesala de ese otro de mayor duración, próximamente.

Alberto Díaz, otro objetivo

Otra renovación que la «marea verde» espera con ganas es la de Alberto Díaz. En el caso del jugador formado en la «fábrica» de Los Guindos, el club y su agencia de representación están estudiando una ampliación de su contrato que sí sería de varios años, sin que haya trascendido el número de temporadas definitivo, pero que algunas fuentes apuntan a 3 o incluso 4 años.

Alberto renovó el verano de 2017 por cuatro temporadas, por lo que tiene todavía un año más de contrato, hasta junio de 2021, pero su crecimiento como jugador y su rol de importancia en el equipo hacen que las cifras de su ficha estén desproporcionadas a la baja.

La cuestión con el canterano sería acordar una mejora salarial ya para el próximo curso y añadir en ese acuerdo dos o tres temporadas más, para que Alberto sea uno de los líderes del proyecto verde a lo largo de las próximas temporadas.

Las llegadas durante la presente temporada de Darío Brizuela, Marko Simonovic, Axel Bouteille y Gal Mekel para reforzar el equipo han puesto al Unicaja de nuevo en el mapa continental, con una apuesta firme y decidida por seguir creciendo, siempre con la Euroliga como objetivo. Es evidente que en ese ansia de mejora, Carlos Suárez y Alberto Díaz son dos piezas indispensables. Si no hay ningún contratiempo, los anuncios de sus renovaciones llegarán pronto.