La crisis del coronavirus ha provocado que el deporte mundial viva en una encrucijada en la que el presente y el futuro próximo son una incógnita. En el baloncesto se han puesto las bases esta pasada semana en la Eurocup y en la Liga Endesa para intentar acabar la temporada el próximo mes de julio. Pero el baloncesto español ya piensa también en la próxima temporada 20/21 en la que se atisba un conflicto de intereses entre la ACB, que ha decidido que este curso no haya descensos, y la Federación Española de Baloncesto (FEB), que quiere que haya dos ascensos (como está estipulado) desde la LEB Oro, lo que provocaría que la próxima Liga Endesa se ampliara a 20 equipos.

La cuestión es peliaguda. La ACB, tras anunciar el nuevo formato elegido con 12 equipos en una liguilla de dos grupos de 6 en sede única para acabar la temporada, sin descensos, anunció su intención de que la competición se mantenga en 18 equipos el próximo curso, algo que choca frontalmente con los intereses de los equipos punteros de la LEB Oro.

Que la ACB no quiera una ampliación es algo fácil de entender por lo cargado del calendario. Si ya con 18 equipos es complicado cuadrar fechas, con los parones de las Ventanas FIBA, las competiciones continentales y teniendo en cuenta que el verano de 2021 habrá Juegos Olímpicos en Tokio, una Liga de 20 provocaría cuatro jornadas más de Liga Regular y un sobreesfuerzo que los actuales clubes de la máxima competición nacional no quieren asumir.

El problema es que la LEB no renuncia a sus derechos. «En la reunión celebrada en el día de hoy, la Federación Española de Baloncesto y los 18 clubes de LEB Oro han acordado que no haya descensos esta temporada y han avanzado en la fórmula para definir los dos ascensos previstos. La semana próxima se conocerá la solución final», informó la FEB en un comunicado el pasado jueves.

Valladolid y Delteco GBC, los dos primeros de la clasificación en el momento que se suspendió la competición, se agarran al convenio de coordinación suscrito entre la FEB y la ACB, que marca que cada temporada debe haber dos ascensos y descensos entre las dos competiciones. Son los dos equipos que más están apretando para que se siga jugando en la LEB, pero hay otros como Alicante, Coruña o Palencia que están a la espera de acontecimientos. El caso es que la actual situación ha creado un escenario nunca visto y que apunta a que las partes que se consideren perjudicadas acaben acudiendo a los tribunales para defender sus derechos.

Aquí entra otra cuestión importante en juego y es que si los clubes de LEB Oro cancelan la temporada, vallisoletanos y guipuzcoanos no lo tendrán fácil para defender su ansiado ascenso, si es que no termina su competición. Por ahora, la FEB no ha avanzado ningún detalle sobre cómo resolverá los dos ascensos de categoría. El organismo que preside el exjugador del Unicaja, Jorge Garbajosa, indicó que la semana próxima será cuando adoptarán una «resolución». «Se comunicará previamente a los clubes de LEB Oro y se determinará el procedimiento para decidir qué dos equipos son los que obtienen las plazas de ascenso a la máxima categoría de nuestro baloncesto, así como el resto de cuestiones relacionadas con el campeonato», anunció el ente federativo en un comunicado.

Está claro que los movimientos de la ACB en estas últimas semanas buscan bloquear la posibilidad de esos ascensos desde la LEB Oro, pero el horizonte de un arreglo en los tribunales es una amenaza seria en el caso de que no haya un acuerdo entre las partes. Habrá que ver cómo evolucionan los acontecimientos en los próximos días y, sobre todo, qué decide la LEB Oro definitivamente sobre el desenlace de la presente temporada en la segunda categoría del básket nacional.

Una Liga Endesa de 20 equipos provocaría arrancar la temporada tres semanas o un mes antes de lo habitual y, posiblemente, con un sistema de competición en el que habría cuatro descensos la próxima temporada. Demasiados problemas logísticos a la vista. Veremos.