Luto en el Unicaja, tras conocerse este viernes la muerte de Mark McNamara, exjugador del equipo malagueño en la temporada 1986/87.

En la recién apagada biografía de Mark McNamara, aparece el rookie que ganó el anillo con los Sixers del Doctor J y Mo Malone (también jugó en San Antonio Spurs, Sacramento Kings, Milwaukee Bucks, los Lakers y Orlando Magic, además de retornar a los 76ers). O sobre todo, por motivos geográficos, aquel que aterriza en el Ciudad Jardín post mundialista para jugar en Primera B con el Caja de Ronda y luego se fuga.

Después de la espantada hacia la NBA, regresó a España para enfundarse las tirantas del Juver de Murcia y hasta recaló fugazmente en el Real Madrid. En la capital de España, Mcnamara fue temporero blanco y vecino de Jou Llorente.

Hace algo más de lustro, le confesó que luchaba contra una enfermedad pulmonar a ese historiador mayúsculo, cronista oficial de la pelota naranja hispánica, que ya es sin moverse de Extremadura el periodista Javier Ortiz.

Y, antes de todo ello, hubo un coqueteo con la leyenda urbana -era cierta esta vez- espoleado por un papel fallido en La Guerra de las Galaxias, que lo metió en un traje de gigante monstruoso con pinta de bicho raro que pilotaba naves€

Como luego no apareció en la película porque se recuperó el actor al que sustituía, la de Mark Mcnamara también es la increíble historia del pívot que casi fue 'Chewbacca'.

Es más, se da la triste casualidad de que McNamara se ha marchado justo un año después de que también lo hiciera la estrella de la saga para la que hizo de suplente: Peter Mayhew.