El Unicaja cuenta con Adam Waczynski para la próxima temporada y el internacional polaco quiere quedarse en Málaga. Con semejante declaración de intenciones por ambas partes, parece imposible que club y jugador no lleguen a un acuerdo más pronto o más tarde. Sin embargo, la primera toma de contacto entre el Unicaja y su agente ha terminado en desacuerdo. No es nada definitivo, pero las dos partes deberán de ceder en los próximos días en sus respectivas posturas para que se llegue al acuerdo definitivo que club y jugador desean.

El problema es puramente económico. El Unicaja quiere este verano «actualizar» los contratos de los jugadores a la realidad económica que ha traido la crisis del coronavirus. Sin saber si habrá público en las gradas el próximo curso y con una previsible reducción de sponsors y colaboradores, se presenta una reducción importante de ingresos que el club quiere que los jugadores asuman con nuevos contratos a la baja.

Aunque no se han desvelado los términos de la primera oferta que ha presentado el Unicaja al jugador, se habla de una reducción de su ficha de en torno al 40% respecto a la temporada recién finalizada, algo que no ha gustado al entorno del polaco.

A pesar de todo, el presidente cajista, Eduardo García, fue optimista ayer al referirse a esta renovación pendiente. «Estamos hablando y con buenas conversaciones. La voluntad del acuerdo tiene que ser por las dos partes y en las condiciones que hay actualmente. Estamos en conversaciones y ahí quiero quedarme. El interés no voy a ocultarlo. El entrenador quiere que siga con nosotros. El director deportivo quiere también que se quede. Ahora lo único que queda es que lleguemos a un acuerdo que a mí me encantaría porque él y su familia son gente encantadora, involucrada y comprometida», aseguró.

De momento la respuesta de Waczynski es «no». Toca seguir negociando.