Un año justo hace hoy, 16 de agosto, que Dragan Milosavljevic en el pabellón OAKA de Atenas. El alero serbio del Unicaja se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un partido amistoso jugado con su selección, cuando preparaba el Mundial de China. «Es una lesión en el ligamento de la rodilla que requiere terapias intensivas y tratamiento quirúrgico», dijo entonces el médico del combinado balcánico Dragan Radovanovic.

La lesión cayó como un mazazo para el jugador y para el propio Unicaja, toda vez que «Gagi» se había convertido en uno de los jugadores de referencia en los esquemas de Luis Casimiro en su primera temporada al frente del banquillo verde. Aunque los médicos no quisieron poner plazos para su regreso a las pistas, lo cierto es que se especuló en aquel momento con una convalecencia de aproximadamente unos 12 meses.

Sólo unos días después de su percance, Milosavljevic fue operado en Austria, bajo la supervisión de los servicios médicos cajistas. El internacional balcánico empezó inmediatamente con la fase de recuperación en Belgrado, tratándose con Filip Volsek, un prestigioso fisioterapeuta de su confianza vinculado al Estrella Roja.

El alero regresó en Málaga a mediados de noviembre para que los médicos del Unicaja evaluaran su estado físico y los tiempos de la recuperación. Fue sometido a distintas pruebas en la capital costasoleña que confirmaron que todo estaba perfecto y el jugador regresó después otra vez a su país para seguir allí con la rehabilitación junto su mujer, que dio a luz semanas después al segundo hijo del matrimonio.

«Gagi» contó en su primera visita a Málaga durante su convalecencia cómo era su día a día en Belgrado, con jornadas de seis y siete horas de rehabilitación con los fisioterapeutas y también en la piscina. El jugador mantuvo todo ese tiempo informados puntualmente a los técnicos y los doctores y resto del staff médico del club verde de cada avance en su recuperación. Se cuentan por decenas los vídeos que fue enviando «Gagi» para que desde Málaga se visualizara su trabajo de rehabilitación en la capital serbia.

Los tiempos de recuperación se fueron cumpliendo escrupulosamente hasta que en marzo llegó la pandemia del coronavirus y su rehabilitación sufrió un fatídico parón. La crisis sanitaria pilló al serbio en Málaga, ya que había acudido en febrero a ver la Copa del Rey y a seguir trabajando en la Costa del Sol en su puesta a punto. Se desató la pandemia en España y no pudo volver a Belgrado, por lo que pasó el estado de alarma sólo en Málaga, sin su familia.

Una vez que el desconfinamiento permitió al Unicaja regresar al trabajo, el pasado mes de mayo, «Gagi» estuvo entonces trabajando al margen del grupo en Los Guindos, mientras el primer equipo verde preparaba la fase final de la ACB en Valencia. Tras unas semanas de nuevo en Serbia en esta época estival (aunque para él no ha habido vacaciones), ya trabaja cada día con los servicios médicos cajistas en lo que se espera sea el esprint final definitivo para su regreso a las pistas.

Hoy, 366 días después de caer lesionado, sin embargo, Milosavljevic esté todavía lejos de poder vestirse de corto de nuevo. Y es que el COVID-19 le ha hecho perder casi tres meses en la puesta a punto. De hecho, poner fecha de regreso para Milosavljevic, a día de hoy, es una temeridad. Pensar en verlo sobre las canchas antes de diciembre es la opción más optimista. Tenerlo jugando en Navidad sí parece un plazo algo más real, aunque tampoco nadie se atreve a darlo por seguro.

El caso es que Casimiro ya sabe que deberá prescindir de su polivalencia exterior durante muchos partidos, tanto de la Liga Endesa siempre que la crisis sanitaria del coronavirus no impida el normal desarrollo de ambas competiciones, que arrancarán en poco más de un mes. Y es que cuando llegue diciembre, la fecha más probable para su reaparición, en la ACB quedarán pocas jornadas de la primera vuelta de la Fase Regular y en la Eurocup ya estará a punto de arrancar el Top 16. Puede perderse, en definitiva, más de 20 partidos entre liga nacional y Europa.

Su ausencia prolongada y las dudas de cuándo volverá a estar al cien por cien, siendo un jugador que tiene en su físico uno de sus puntos fuertes, es lo que ha provocado que el Unicaja esté pendiente del mercado para encontrar un jugador exterior que pueda llegar a Málaga en calidad de temporero, durante los primeros meses de la competición, y así se pueda minimizar la ausencia prolongada de Milosavljevic hasta final de año. Eso sí, si los tiempos se cumplen, podríamos tener la mejor versión del alero serbio justo a partir de febrero de 2021, momento álgido de la temporada en la que se disputará la Copa del Rey, se decidirá la suerte final de la Eurocup y se encarará el esprint final de la Fase Regular liguera, camino del play off por el título.

De momento toca esperar y cruzar los dedos para que no haya más parones en la rehabilitación de un Dragan Milosavljevic al que Luis Casimiro y el resto de la plantilla ya esperan con los brazos abiertos.