La pretemporada 2020/2021 ya está en marcha para el Unicaja. El equipo regresó la semana pasada a los entrenamientos con el deseo unánime de que el coronavirus no impida el normal desarrollo de la campaña al cuadro cajista, tanto en la Liga Endesa, como en la Copa del Rey y en la Eurocup.

Durante todo el mercado estival, más corto este verano que nunca, el debate abierto en el entorno cajista ha sido si era una cuestión prioritaria o no el reforzar el puesto de pívot con un «center» que aporte centímetros, intimidación y experiencia a la posición de «5», tras el fiasco de Frank Elegar.

A pesar de varios rumores y de la aparición de algunos nombres de pívots vinculados a la agenda cajista, lo cierto es que la posición oficial del club sobre este asunto fue desde el primer día de la postemporada, al regreso de la Fase Final de Valencia, no renovar al citado Elegar, pero tampoco salir al mercado para buscarle un sustituto.

La clave de esta decisión es la apuesta ciega de Luis Casimiro por reconvertir a Deon Thompson desde el puesto de ala-pívot, en el que jugó la temporada pasada, al de pívot. Con Volodymyr Gerun y Rubén Guerrero con contrato en vigor, además del propio Thompson, la posición de pívot quedó así cerrada desde el primer día del actual mercado estival con tres jugadores con ese rol de jugador interior que no dejaron hueco a ningún fichaje más.

Lo cierto es que Luis Casimiro ha sido el principal defensor de esta opción y el artífice de no buscar otro fichaje para el juego interior. El técnico manchego piensa que en el baloncesto actual hay muy pocos jugadores interiores puros que marquen la diferencia debajo del aro y es más habitual ver a los equipos jugar con dos pívots bajos y móviles que con un «4» y un «5» a la antigua usanza. De ahí la apuesta por Thompson, un pívot bajito que es más un cuatro y medio que un cinco propiamente dicho.

Hay que recordar que el verano pasado, cuando el Unicaja anunció el fichaje de Deon Thompson, procedente del Zalgiris de Kaunas lituano, se apuntó que vendría a reforzar la posición de pívot, una idea que luego se varió al ver la evolución que tomó el mercado en las semanas posteriores. El fichaje de Elegar en el esprint final del mercado estival del 2019 supuso recolocar a Thompson en el puesto de «4», aprovechando su versatilidad para jugar en ambas posiciones interiores, como había demostrado las temporadas anteriores en el propio equipo lituano y en el San Pablo Burgos de la Liga Endesa, equipo con el que fue máximo reboteador de la 17/18 con 6,7 rebotes de media por partido, liderando la clasificación por delante de Henk Norel, Edy Tavares y Bojan Dubljevic.

Vuelta a la idea original

Esa idea inicial que se tuvo con Thompson hace ahora 12 meses es la que Casimiro quiere retomar con él de cara a esta próxima temporada. El técnico tiene confianza ciega en que Deon es el jugador que necesita para la posición de pívot titular. De esa manera se entiende también el fichaje de Tim Abromaitis, el único refuerzo llegado en este verano a Málaga, un jugador que juega de ala-pívot y que será el sustituto natural del propio Deon Thompson en la posición de «4».

El debate abierto entre los aficionados a cuenta de esta opción que ha tomado el club de no fichar se ha visto alimentado durante las últimas semanas, además, porque ha sido un verano con nombres ilustres en el mercado justo en esa posición en la que parte de la afición demandaba un esfuerzo, lo que ha supuesto mantener abierto casi a diario el debate, sobre todo en las redes sociales.

Dos nombres ilustres por encima de los demás han sido agentes libres estas últimas semanas. Uno ha sido el mexicano Gustavo Ayón, que tras una campaña en el Zenit de San Petersburgo, después de su paso por el Real Madrid, no seguirá en el equipo ruso. En otro contexto, el Unicaja podría haber hecho un esfuerzo por su contratación, pero como se ha explicado en el club cajista creen que no hay sitio para ningún center más en el nuevo proyecto verde 20/21.

Pero el pívot estrella del zoco veraniego ha sido, sin duda, Ante Tomic. El croata, tras casi una década en el Barça, no renovó su contrato con el equipo culé y quedó libre para fichar por cualquier equipo. Finalmente, Tomic ha priorizado la tranquilidad y el bienestar de su familia en la ciudad condal para firmar por el Joventut de Badalona, un fichaje sorprendente ya que el balcánico podría haber seguido jugando la Euroliga casi en cualquier equipo continental.

El Unicaja tampoco hizo ningún acercamiento (al menos que se sepa) para conocer las intenciones de Tomic por el mismo motivo que con Ayón o cualquier otro jugador de ese perfil: la ausencia de sitio en la plantilla para ningún pívot más.

Con la llegada de Abromaitis y el «traslado» de Thompson del «4» al «5», el juego interior cajista para la campaña 2020/2021 queda compuesto por Carlos Suárez y Tim Abromaitis como pareja de ala-pívots y con el trío Deon Thompson, Volodymyr Gerun y Rubén Guerrero para el puesto de pívot. Además, también estará a caballo entre el equipo de la Liga EBA y el primer equipo el canterano congoleño Yannick Nzosa, uno de los proyectos de 2003 más importantes del baloncesto mundial.

Habrá que ver cómo evoluciona la temporada y si la decisión del cuerpo técnico cajista de apostar por Thompson para este rol es la acertada. Parece algo arriesgado no tener un jugador interior con más centímetros, con capacidad para fajarse bajo los aros con las «torres» de los equipos rivales y con mayor capacidad de intimidación. Solo el paso de las semanas será el que dicte sentencia sobre si tenían razón esos aficionados hiperactivos en las redes sociales que pedían fichar a un pívot para redondear un plantel, o si la reconversión del norteamericano desde más lejos a más cerca del aro sirve para hacer más competitiva una plantilla verde que en el perímetro parece no tener fisuras, pero que debajo de la canasta genera alguna duda más.