Carlos Suárez no llegará a tiempo para el arranque liguero del día 19 en Badalona. Sería un milagro. La recuperación de su lesión en el sóleo va por buen camino, se le realizan pruebas de control cada cierto tiempo, pero las últimas han reafirmado que la rotura no ha desaparecido totalmente, por lo que médicamente es casi imposible que esté apto para jugar dentro de 9 días en el Olímpico de Badalona.

Habrá que esperar a la semana que viene para que haya confirmación oficial. De momento, sigue trabajando a diario con los fisios y con el preparador físico en el Carpena. Pero parece seguro que su debut esta temporada deberá esperar algunos días después de la primera jornada. ¿Contra el Barça el jueves 24? Pues podría ser, hay más días de margen y dependerá de la evolución que tome su lesión en los próximos días.

La lesión de Carlos Suárez es uno de los muchos percances físicos que han sufrido casi todos los equipos de la Liga EndesaEs verdad que algunas lesiones han llegado por lances del juego que son habituales en cualquier momento de la competición, pero también es cierto que, como en el caso del capitán cajista, hay varios jugadores con problemas musculares, quizás más de los habituales en esta fase de la preparación previa al inicio de la competición.

Los médicos advirtieron antes de que se decidiera la pasada Liga en la «burbuja» de Valencia que la falta de competición durante los meses del confinamiento podría ser letal para los jugadores en su vuelta al trabajo. De hecho, en la Bundesliga de fútbol alemana, la primera competición que arrancó tras la cuarentena, hubo una catarata de lesiones que hizo saltar las alarmas al resto de deportes, que en aquel momento querían volver a competir.

Exitosa Fase Final en Valencia

Afortunadamente, la fase final de Valencia, en la que se montó algo parecido a un hospital de campaña en La Alquería, para dotar a los servicios médicos de los equipos participantes de todos los medios posibles para ayudar a evitar problemas físicos en los jugadores (obligados a jugar partidos cada 48 horas) fue un éxito. Todo el protocolo médico funcionó a la perfección y la competición dejó daños mínimos en las plantillas de los 12 equipos que lucharon por el título en La Fonteta.

Otra cosa ha sido ahora el regreso al trabajo tras las vacaciones estivales para la pretemporada 2020/2021. Esta vez, quizás con menos celo médico que en junio en Valencia, muchos jugadores han caído lesionados con problemas más o menos graves. La lista es amplia y afecta a la mayor parte de los clubes.

La más grave, sin duda, fue la que hace unos días sufrió el excanterano cajista Dejan Todorovic. El alero serbio sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, según las pruebas a las que fue sometido tras el amistoso ante el Movistar Estudiantes de su actual equipo, el Iberostar Tenerife. Estará fuera de las pistas unos 8 meses o lo que es lo mismo, toda la temporada. una auténtica pena.

Uno de los fichajes estrella de este verano para la Liga Endesa, el ala-pívot de Valencia Basket Derrick Williams, no ha podido estrenarse con su equipo en la pretemporada por unas molestias en el gemelo de su pierna izquierda. Padece una rotura fibrilar en el sóleo izquierdo, lesión similar a la de Carlos Suárez. El ala-pívot estadounidense, número 2 del Draft de la NBA, dijo en su presentación: «Estoy deseando volver a ponerme en marcha. Todo el mundo sabe que me lesioné, pero estoy trabajando cada día para volver con el equipo lo más rápido posible. Eso es lo principal, creo que puedo aportar muchas cosas al equipo mientras esté sano».

Uno de los equipos que más castigo ha recibido con las lesiones es el MoraBanc Andorra. Bandja Sy sufre un esguince del ligamento peroneo astrágalo y anterior del tobillo derecho, por lo que estará fuera de las canchas durante dos semanas. David Jelinek sufre una rotura muscular del vasto externo del cuádriceps derecho, mientras que Oriol Paulí sufre una lesión miotendinosa en el biceps femoral derecho, ambos jugadores estará de baja durante aproximadamente un mes. Las tres lesiones se produjeron durante la Lliga Catalana de baloncesto del pasado fin de semana.

El vigente campeón de Liga, el TD Systems Baskonia, tampoco escapa a las lesiones. Luca Vildoza sufrió una fractura en la nariz durante el primer partido de pretemporada ante el San Pablo Burgos. Los servicios médicos azulgranas lograron reducir la lesión, pero confirmaron «una fractura en los huesos propios de la nariz». El jugador no pasará por quirófano, pero tiene que llevar una protección facial para seguir entrenando y jugando.

El Barça también ha tenido un par de sustos en estas últimas semanas. Sobre todo el protagonizado por Kyle Kuric, que se ha visto obligado a pasar por el quirófano tras sufrir un traumatismo craneoencefálico y romperse la placa craneal que tenía implantada tras su operación de 2015. También está tocado, aunque en su última fase de la recuperación, Cory Higgins. El escolta estadounidense se está recuperando de una operación de fascitis plantar y podría incluso estar a tiempo para jugar este fin de semana la Supercopa.

El Monbus Obradoiro anunció esta semana que Kartal Ozmizrak sufre un esguince con rotura de ligamentos del tobillo derecho, por lo que estará de baja alrededor de un mes. El base obradoirista se torció el tobillo derecho en el amistoso disputado la semana pasada ante Delteco GBC.

Otro equipo perjudicado por las lesiones es el Movistar Estudiantes. El pívot Ángel Delgado, pívot fichado este mercado estival, estará de baja durante tres semanas a consecuencia de una lesión sufrida, presuntamente, por su mala forma física en su llegada al club madrileño.

Está claro que la pretemporada está teniendo bastantes daños colaterales con casi todos los equipos. Todo lo que ha pasado desde marzo, con la suspensión de la competición, después una pretemporada exprés para jugar la fase final de Liga, la competición con partidos cada 48 horas, las vacaciones de verano más cortas que nunca y el regreso ahora a la habitual pretemporada de cada verano, obliga a los fisios y a los preparadores físicos de los clubes a tener que aplicar nuevas técnicas en la preparación de los jugadores que parece que, en algunos casos, no han sido todo lo eficaces que se podía desear.