El amistoso contra el Herbalife Gran Canaria en Benahavís tampoco sirvió para que el Unicaja recuperara sensaciones, mostrase un mejor baloncesto ni reactivase su moral. Los verdes, tras un buen primer tiempo, fueron de más a menos ante un rival mejor en el cómputo global de los 40 minutos. Es, no lo olvidemos, la tercera derrota seguida de los cajistas en los amistosos de la pretemporada. Una racha que empieza a pesar ya como una losa.

El Unicaja sigue cogido con alfileres. Está demasiado lejos de los esperado. Sobre todo teniendo en cuenta que quedan 7 días para el debut liguero en Badalona. El equipo no tiene continuidad, vive de lo que le genera el 6,75, no tiene una amenaza clara interior y sufre una plaga de lesiones que tampoco ayuda a progresar. Esta vez fue Darío Brizuela el que se quedó sin jugar por un problema de última hora en los isquios. Sin Carlos Suárez, Jaime Fernández ni Dragan Milosavljevic, también fuera de la circulación por sus respectivas lesiones, la verdad es que es muy difícil.

El equipo quiso, pero no pudo. Jugó un gran segundo cuarto que hizo pensar incluso en una victoria cómoda, pero tras el paso por los vestuarios en el intermedio, todo cambió. El Herbalife apretó, Wiley hizo muchísimo daño en la pintura y el partido se escapó sin opción siquiera de discutírselo al rival.

El partido arrancó con 10 minutos de mucha igualdad. No estuvieron demasiados finos ni verdes ni amarillos. Hubo muchos parones, muchas rotaciones en ambos banquillos y el primer parcial se cerró con 2 de ventaja para los insulares, 15-17.

Con el paso de los minutos, el Unicaja comenzó a sentirse mejor. Mekel tuvo un rato muy bueno en la dirección, la defensa de ayudas provocó muchos errores en el rival y Francis Alonso sacó su fusil desde el 6,75. Tantos «pros» verdes se reflejaron en el marcador con una máxima renta de 11 puntos, 38-27, que al descanso se quedó en 7, 45-38.

Los continuos parones para secar la pista dieron poca continuidad al juego tras el descanso. Casimiro y Fisac siguieron rotando y rotando a todos los jugadores de ss banquillos. El partido tuvo poco brillo entre tanto parón. El Unicaja lo acusó. Perdió frescura en su juego, los tiros ya no encontraron con tanta facilidad la red del aro rival y el Herbalife, lo aprovechó.

Al que mejor le sentó el regreso del vestuario tras el intermedio fue a Jacob Wiley, que hizo 9 puntos seguidos para devolver la igualdad al marcador, 56-56, con poco más de dos minutos por jugarse del tercer cuarto, que se cerró con 58-58. Buen jugador este Wiley, que sonó como opción este mismo verano para el Unicaja.

Un parcial de 0-8 abrió el último cuarto, 58-66. Fue el principio del fin. El Herbalife se puso por delante y el Unicaja se diluyó como un azucarillo. Aparecieron los nervios, cada jugador quiso hacer la guerra por su cuenta, la defensa desapareció y el partido ya se jugó al ritmo que quiso un Herbalife que acabó 8 arriba, 75-83.

Ficha técnica:

Unicaja (15+30+13+17): Mekel (7), Alonso (23), Bouteille (14), Abromaitis (6) y Gerun (9), - cinco inicial- Thompson (5), Díaz (7), Alonso (23), Pablo Sánchez (0), Waczynski (2), Guerrero (1); Nzosa (1)..

Herbalife Gran Canaria (17+21+20+25): Wiley (19), Okoye (12), Albicy (3), Della Valle (11), Burjanadze (5), Montero (4), Ferrari (2), Kljajic (1), Shurna (7), Rosales (-), Costello (17) y Beirán (2).

Árbitros: Hierrezuelo, Sánchez Sixto y García González.

Incidencias: Partido amistoso de pretemporada disputado en el Pabellón Municipal de Benahavís.