El debate en torno al juego interior del proyecto del Unicaja 2020/2021 sigue abierto. Los cinco partidos de la pretemporada y los dos primeros de la Liga Endesa jugados por los verdes han acrecentado las dudas sobre la tripleta de centers formada por Deon Thompson, Volodymyr Gerun y Rubén Guerrero. El Unicaja, por ahora, se resiste a acudir al mercado. Pero lo que antes era un "no" rotundo ahora es un mensaje con algo más de dudas sobre si la idea concebida este pasado verano ha sido la adecuada o no. No se puede descartar, desde luego, algún cambio en las próximas semanas, sobre todo si no hay mejoría de resultados y aparecen los nervios, en el palco y en la pista.

El Unicaja tiene una cosa a su favor en el caso de decidir reforzar su plantilla. Y es que su mercado es infinito para buscar ese hipotético fichaje. El "elegido" puede ser español, puede ser europeo, puede ser cotonou o incluso norteamericano. Y es que hay que recordar que la ACB permite a cada club contar en su plantilla con un máximo de dos jugadores extracomunitarios, algo que el Unicaja no tiene cubierto en su róster actual ya que el único jugador con ese estatus es Tim Abromaitis, precisamente el único fichaje realizado por el Unicaja este último mercado estival. Deon Thompson también es nacido en Estados Unidos, pero juega en la Liga Endesa como cotonou al tener pasaporte de Costa de Marfil, uno de los 78 estados de África, Caribe y Pacífico con los que existe acuerdo comercial para que sus jugadores no sean considerados extracomunitarios en el baloncesto español y sí cotonous.

Así las cosas, el Unicaja deberá tomar una determinación lo antes posible. Cada vez son más voces en el interior del club de Los Guindos que claman por un cambio, por buscar un pívot que sea un jugador referente en la pintura. Esa figura que durante todo el verano ha generado tantísimo debate en el entorno cajista. A las oficinas de Los Guindos llegan a diario proposiciones de jugadores de todo tipo y nacionalidad. En el mercado está todavía, por ejemplo, el mexicano Gustavo Ayón, aunque su precio está fuera del alcance del club cajista. También hay varios jugadores grandes europeos con disponibilidad inminente de venir a Málaga y por supuesto norteamericanos que no quieren esperar a que las plantillas de las distintas franquicias de la NBA formen sus nuevos proyectos para una temporada que se apunta que no arrancará hasta el próximo mes de enero en la mejor liga del mundo. O sea, que opciones hay.

Con una plantilla de 14 jugadores, contando a Francis Alonso y a Yannick Nzosa, es evidente que para que llegue un nuevo pívot al Unicaja deberá salir antes otro jugador. Y ahí está el verdadero problema para que a estas horas no esté ya en Málaga un center puro que equilibre el juego interior-exterior de la actual plantilla verde y morada. Todos los focos apuntan a Thompson, Gerun y Guerrero para dejar una plaza libre, pero cada uno cuenta con unas circunstancias particulares que hacen "complicada" su salida.

La gran apuesta del club para esta temporada en el puesto de "5" ha sido Deon Thompson. Pero el ex del Zalgiris y del Burgos, no cumplió las expectativas el pasado curso jugando de "4" y en el nuevo rol que se le ha dado ahora tampoco acaba de funcionar. Es verdad que la lesión de Carlos Suárez le ha obligado a alternar las dos posiciones interiores en todos estos partidos y eso no le ha ayudado a centrarse en su nueva demarcación. Pero también es verdad que la paciencia con él se está agotando. Si su agente llegara hoy mismo con una oferta de otro club, saldría de forma inminente hacia ese nuevo destino. El problema es que firmó dos temporadas el verano de 2019 y lo que en las oficinas de Los Guindos no quieren es que su marcha les cueste dinero. Su situación está, desde luego, más en entredicho que nunca.

Rubén Guerrero podría ser otro jugador que dejara su hueco en la plantilla al hipotético nuevo refuerzo. Con el pívot marbellí la situación es otra, interesa de cara al futuro, pero no necesariamente para esta temporada. En otras palabras, que podría salir cedido a otro club para dejar su plaza libre. El Unicaja cuenta con 6 jugadores españoles (Alberto, Darío, Francis, Jaime, Carlos y el propio Rubén), de manera que tiene cubierta sobradamente la exigencia de la ACB de contar con cuatro jugadores españoles (o por decirlo mejor "formados localmente") en su plantel, con lo que no es necesario que Rubén esté en el róster para cumplir los cupos.

El caso es que en el club han llegado proposiciones interesantes de un par de equipos de la LEB Oro que quieren a Guerrero cedido para este curso. La idea del Unicaja era contar con él y que fuera en Málaga donde siguiera su evolución contando con minutos y un cierto protagonismo, pero se deberá valorar esa posibilidad de que salga cedido a otro club y que allí haga la "mili" para volver el próximo verano con más minutos a sus espaldas y un rol más protagonista del que puede tener ahora mismo en el club cajista.

El tercero en discordia, Volodymyr Gerun, es el que parece que tiene más complicada su salida. Hubo ciertos escarceos este pasado verano con el Obradoiro para que se fuera al club gallego en calidad de préstamo desde el Unicaja, pero esa opción pasó, no está abierta ahora y el ucraniano parece casi seguro que acabará esta temporada vestido de verde cajista, en su segundo y último año de contrato con el club verde.

El club tiene que tomar una determinación. O mantener la apuesta inicial o reconocer su error y buscar una alternativa para el juego interior. Parece evidente, tras siete partidos, entre la pretemporada y el arranque liguero, que el equipo necesita un jugador interior con músculo, centímetros, intimidación, capaz de defender a los hombres altos rivales y con buena aptitud para el rebote. Es una carencia que tiene el Unicaja ahora y que es necesario resolver para afrontar la temporada con más capacidad competitiva. Habrá que esperar.