La espectacular actuación en Andorra de Yannick Nzosa, un canterano de 16 años que pertenece al equipo júnior de la Liga EBA, que es el jugador número 14 de la primera plantilla y que está en el Unicaja de ACB a día de hoy de "prestado", mientras los lesionados se recuperan de sus respectivos problemas físicos, supone una vuelta de tuerca al debate abierto sobre el juego interior del Unicaja para este proyecto 2020/2021.

El partido de Andorra puede suponer, desde luego, un antes y un después en los roles de los jugadores interiores cajistas. Luis Casimiro, al menos, mandó un mensaje claro a sus tres centers dándole todo el protagonismo los últimos 12 minutos del partido al chaval, justo cuando se produjo la remontada, con el consiguiente banquillazo a Thompson, Gerun y Guerrero.

Sobre todo con Thompson la situación cada vez es más crítica. Como ya se apuntó días atrás, la paciencia con el americano de pasaporte costamarfileño se le ha agotado a su técnico. Thompson no acaba de funcionar y desde hace días se le busca una salida, que no es fácil porque en Los Guindos no quieren que esta operación les cueste dinero y la única solución sería que el agente del jugador le encontrara un equipo dispuesto a hacerse cargo de su elevada ficha hasta junio de 2021. Algo que por ahora es inviable.

Como también se ha apuntado, otra opoción abierta sería buscarle una cesión a Rubén Guerrero para que el marbellí dejara su hueco en la plantilla a otro jugador. Es algo que puede ser una solución, aunque desde el club se quiere reforzar el trabajo de la cantera y el costasoleño es un ejemplo más del buen trabajo en las pistas del pabellón de Los Guindos. Interés de equipos como el Covirán Granada existen y no se puede descartar nada.

Lo que deja muy claro el partido de Andorra es que está en marcha un cambio que es necesario. O se apuesta decididamente por Nzosa o se sale al mercado a buscar un "5" del estilo del congoleño, con centímetros, intimidación y capacidad para rebotear. Pero algo hay que hacer porque si no la temporada se puede poner muy cuesta arriba, si es que se depende en la posición de center titular de un Thompson claramente superado por la situación.

Y ¡ojo! que a la vuelta de la esquina está el regreso a las pistas de Carlos Suárez, en la etapa final de su lesión muscular. Cuando regrese el capitán habrá una evidente sobrecarga de jugadores interiores (Abromaitis, Thompson, Gerun, Guerrero, Nzosa y el propio Suárez). No parece lógico que el técnico verde apueste por 6 pívots en una convocatoria de 12. Hasta hoy mismo estaría muy claro quién sería el descarte. Desde lo de Andorra, cambia la película. Pensar en que Casimiro se "cargue" a Nzosa ahora mismo parece una utopía. ¿Thompson? ¿Guerrero? ¿Gerun?. Los tres no caben, junto al canterano. Y todo esto si es que no se acude al mercado en busca de una cara nueva. El debate sigue más vivo que nunca.