Cayó la primera en Europa. El Unicaja cumplió el guión y superó en su estreno continental a un Metropolitans 92 francés voluntarioso y con buena mano desde el perímetro, pero con mucho menos talento que los de Luis Casimiro, dominadores absolutos del partido del minuto 1 al 40, a pesar de un pequeño susto final.

Si alguien pensaba que esta Eurocup va a ser un camino de rosas, ya sabe que está equivocado. Esta competición tiene varios equipos con mucho pedigrí y para ganarla habrá que hacerlo muy bien durante muchos meses. Este Metroplitans 92 francés está bien pero no es, desde luego, el ejemplo de lo duros que serán muchos de los rivales que están por venir, sobre todo cuando la competición se ponga seria a partir de diciembre. Y si para ganar a los de París hubo que apretar del minuto 1 al 40, ya sabemos lo que nos espera.

Partizan, Virtus Bolonia, Unics Kazan, Lokomotiv... La verdad es que hay mucho músculo y mucho pedigrí en esta edición de la segunda competición continental. Y ¡ojo!, que esta Eurocup solo vale ganarla. Ni siquiera el subcampeón tiene asegurado el billete para jugar la Euroliga 21/22. Para el Unicaja estar ahí dentro de 12 meses es un objetivo prioritario. Por eso hay que estar contentos por el buen estreno de este martes noche.

Y es que ante el Metroplitans ha arrancado una competición de exigencia máxima. En la Liga Endesa, si pierdes un partido, tienes siempre margen para la reacción. En la Eurocup, para quedar primero de tu grupo en la primera fase y en el Top 16 no puedes fallar casi ningún martes ni ning´nmiércoles. Cada partido cuenta. Cada victoria suma y cada derrota resta. Por eso, esta victoria ante los de París puede parecer poco importante ahora, pero en realidad es un primer paso necesario rumbo a la meta de abril.

La verdad es que la imagen del rival fue francamente mejor de lo que muchos podían (podíamos) esperar. Es un equipo sin nombre en Europa, pero ni cuando se vieron 20 abajo tiraron la toalla. Incluso amenazaron con el «imposible» al ponerse a 5, 85-80, con tres minutos y medio para el bocinazo final. Su sueño es estar en el Top 16 y aunque no lo tendrán fácil, que no se fíen Buducnost, Ratiopharm Ulm y compañía. Por lo visto en el Carpena van a dar guerra. Avisados están ya el resto.

Después de lo que pasó en Andorra el pasado fin de semana, todos los focos apuntaban a Yannick Nzosa. Pero esta vez el canterano no fue protagonista. Tuvo un par de ratos, pero no fue el factor diferencial de la matinal del Principado. Hay que tener paciencia e ir poco a poco con él.

El Unicaja arrancó con un acierto extremo. Zdovc paró el partido después de poco más de 4 minutos de juego, con 16-9, tras una borrachera de puntos de un Unicaja desatado. Las rotaciones de Luis Casimiro no hicieron ninguna pupa al equipo, que siguió metiendo, corriendo, defendiendo y disfrutando. El partido llegó al minuto 10 con un contundente 30-18 y una muy buena imagen de los de Los Guindos.

No bajó el pistón el equipo en el segundo cuarto. Otra vez el técnico rival paró el partido al alcanzar los verdes el +17, 36-19. El Unicaja tuvo una máxima de 20 y dominó cómo y cuándo quiso a un rival superado por el fuego cruzado que le llegó por dentro, por fuera, por derecha, por izquierda, desde el prímetro y debajo del aro. Un pequeño arreón de los galos bajó la renta a 10, 45-35, a 2:20 del descanso. El Unicaja se repuso y el 54-40 del intermedio anunciaba que todo estaba bajo control.

El Metropolitans lo fió todo al triple en la reanudación. Su acierto desde el 6.75 fue el que le mantuvo vivo en el partido. Casimiro siguió moviendo el banquillo buscando frescura en su equipo, que alcanzó el minuto 30 con 12 de ventaja, 76-64. A poco más de 4 minutos para el bocinazo final, el equipo francés bajó de la barrera psicológica de los 10 puntos. Incluso se puso a 5, pero el Unicaja supo sentenciar a tiempo de no sufrir más. La primera piedra en Europa ya está colocada.