Un Darío Brizuela pletórico desde la línea de 3 puntos aupó al Unicaja en Las Palmas para cerrar su particular semana fantástica con el tercer triunfo seguido en 8 días. Esta vez, el equipo sí conquistó el casi siempre esquivo Gran Canaria Arena. Y lo hizo, además, con un triunfo convincente.

La verdad es que este Unicaja, desde hace una semana, es otro. Va para arriba. O al menos, lo parece. Cuando nadie lo esperaba, con el equipo dando una imagen muy fea, con los brazos bajados, sin espíritu ni actitud ni ideas ni nada de nada, llegó el triunfo de La Fonteta de Valencia que lo ha cambiado todo. Sigue faltando un pívot en la plantilla de Luis Casimiro, eso lo ve cualquiera; sigue habiendo un claro desequilibrio entre el juego interior y exterior, eso lo ve cualquiera; sigue faltando músculo y físico, eso también lo ve cualquiera... pero ahora el Unicaja gana. Y ya todo vale. Porque que nadie se engañe, aquí se trata de ganar. Sin más.

El equipo supo jugar sus bazas en el Gran Canaria Arena. Fue de menos a más en el arranque, pero cuando se puso por delante en el segundo cuarto ya siempre controló el partido. El rival hizo la goma, se acercó a 3 puntos en el inicio del último cuarto, pero los de Casimiro supieron jugar con la ansiedad del «Granca» para sumar un triunfo importantísimo y seguir creciendo en la Liga.

Es verdad que el Herbalife Gran Canaria está peor que nunca. El equipo de Porfi Fisac juega sin confianza, muestra una imagen muy pobre sobre el parqué y no está para ganarle a casi nadie. Pero no se le puede quitar ningún mérito a los verdes. Sobre todo porque el inicio de temporada amenazaba ruina y el balance liguero, tras este partido, ya está equilibrado (3-3) después de haber jugado contra Barça, Valencia, Andorra, Herbalife...

Thompson y Waczynski enseñaron la patita (por fin) en el partido europeo intersemanal frente al Buducnost. Esta vez fue Rubén Guerrero el que mostró su mejor imagen del curso. Es evidente que el equipo necesita a todos y el paso al frente del pívot canterano puede ser otra de las claves para seguir creciendo en la Liga Endesa y en la Eurocup.

Siguiendo con nombres propios, destacar un día más a Alberto Díaz. Sin Mekel, lesionado, se tiene que multiplicar. Con muy poco descanso, el pelirrojo fue esta vez decisivo para que se jugara al ritmo que el Unicaja necesitaba para sumar la victoria.

El Herbalife fue mejor que el Unicaja en el primer cuarto. Los de Porfi Fisac movieron bien el balón, controlaron el rebote y se fueron al primer parón con 5 de ventaja, 21-16. Como en Andorra y en Valencia, la salida a la pista de Yannick Nzosa cambió el partido. Un parcial de 2-15, con el niño cerrando el aro verde y Brizuela martilleando con sus triples el amarillo, les valió a los de Los Guindos para ponerse con 8 de ventaja, 23-31. Al descanso, máxima de 9 a favor, 32-41 y la sensación de que el partido estaba justo donde los cajistas querían, después de un parcial 11-25 para los verdes.

La diferencia fue en aumento en los primeros minutos del tercer cuarto. El Unicaja se fue de 15, 35-50. Fisac pidió un tiempo muerto y reordenó las ideas de los suyos, que respondieron con un parcial 10-0, para agarrase otra vez al partido, 45-50.

Casimiro recurrió a Nzosa. Con solo 4 de ventaja, un triple de Brizuela y otro de Thompson le dieron aire al equipo verde, 48-58. El partido se convirtió en un festival de triples de un lado y del otro de la pista. Hasta siete «bombas» metieron los claretianos, por cinco los de Los Guindos, en un tercer cuarto que acabó 60-64 y dejó todo por decidir para los 10 minutos finales.

Una recuperación de las «suyas» de Alberto, un triple de Brizuela y un par de canastitas de Nzosa devolvieron la ventaja cajista a los 10 puntos, pero ya con poco más de seis minutos por jugarse. De ahí al final, el Unicaja controló la situación sin pasar apuros en el esprint final hasta el 80-84 definitivo.

El próximo fin de semana, el líder invicto Iberostar Tenerife de Shermadini, Salin y Dani Díez pondrá a prueba la recuperación cajista liguera en el Martín Carpena. Tras un par de semanas de muchas dudas, el equipo vuelve a ilusionar a su gente y una hipotética victoria ante los isleños colocaría a los verdes muy arriba en la tabla. Antes, entre semana, visita del Brescia italiano de Vincenzo Esposito al Palacio para un partido en el que los verdes quieren aprovechar para seguir luchando por el liderato del Grupo B de la Eurocup.