El Unicaja ganó ante el Germani Brescia, pero sigue habiendo muchas carencias que resultan muy familiares. Los de Luis Casimiro muestran tramos de bajón que obligan al equipo a despertar. Más allá del juego, las victorias han llegado como antídoto al ambiente hostil. Van cuatro seguidas y con ellas, una característica ilusionante: la aportación con sello de la cantera. En un Carpena con más testigos que en otras citas, el Unicaja alineó a un total de cinco jugadores con pasado e incluso presente en el filial: Alberto Díaz, Rubén Guerrero, Francis Alonso, Yannick Nzosa y Rafa Santos, el último en sumarse al grupo.

Cuando el partido andaba encarrilado y visto para sentencia, el conjunto malagueño hizo debutar al base cordobés Rafa Santos. Con 16 años, 10 meses y 10 días, se convirtió en el segundo jugador más joven en la historia del club en debutar, superando a Nzosa por dos días. Los dos niños del Unicaja protagonizaron la imagen del partido, un fiel reflejo del aire de juventud presente en el club: Santos anotó la última canasta del encuentro ante el Brescia y Nzosa fue a abrazarlo. Dos chavales con 16 años acabando la faena en una jornada de Eurocup. Un hecho muy llamativo.

La participación del cordobés se suma al impacto de Yannick Nzosa -después de varios partidos a un nivel decisivo, ha conseguido normalizarlo-; al creciente rendimiento de Rubén Guerrero, a la capacidad anotadora de Francis Alonso y al indiscutible liderazgo de Alberto Díaz. Estos tres últimos fueron los jugadores mejor valorados ante el Brescia.

Tres malagueños y dos niños

Por orden de importancia y rol en el equipo, Alberto Díaz merece ser el primero en nombrarse. Un día más como base puro hizo olvidar la lesión de Gal Mekel, que según afirmó Casimiro, se está alargando más de lo esperado. El pelirrojo fue el jugador más destacado del último partido, con permiso de Brizuela y sus 17 puntos, y volvió a mostrarlo no solo en su juego, sino también en sus estadísticas. Aportó 8 asistencias, en la línea de la última semana, y sumó 9 puntos con canastas en momentos clave para atar el triunfo. Se mueve entre los 8 y los 11 pases clave en los últimos cuatro partidos, es un estandarte en la defensa y sus recuperaciones son siempre oxígeno para los compañeros.

Otro malagueño made in Los Guindos es Francis Alonso, la gran noticia del año para los cajistas junto al omnipresente Nzosa. El escolta llegó hace unos meses con un papel que él mismo se ha encargado de romper en mil pedazos, el de «jugador número 13».

Titular en muchos de los quintetos y promediando casi 19 minutos en ACB y más de 21 minutos de competición europea, el que fuera universitario en Greensboro ha hecho de su talento anotador una herramienta muy útil para detonar partidos. Su triple es letal en Liga Endesa (43% de acierto) y más todavía en Eurocup (46'4%). Un estado de forma que ha sido crucial para ayudar en las victorias. Ante el Buducnost, su tope: 21 puntos con 6/10 en triples. Letal cuando está enchufado.

El tercero con ADN cajista es Rubén Guerrero, un claro caso de mejora progresiva. Su inicio de temporada fue deficiente, pero en las últimas jornadas se ha visto a un Rubén cumpliendo con lo que se le exige como pívot: rebotear mucho (capturó 8 ante el Brescia), intimidar, defender, sumar bajo el aro en ataque y ser una buena opción para el pick and roll. 15 de valoración en el último encuentro. El marbellí está despertando.

Mención aparte merece Yannick Nzosa, que ha tenido una adaptación sorprendente, consiguiendo hacer que lo extraordinario parezca sencillo. Su capacidad reboteadora ha robado minutos a todas sus competencias en el puesto de cinco. Rebotea con mucha facilidad (¡7 ante el Brescia en 13 minutos!), convierte canastas ante rivales más físicos que él y pone unos gorros que da miedo. Es el cuarto máximo taponador de la Liga ACB con 1'5 por partido, solo superado por Malik Dime, Edy Tavares y Alec Brown. A sus 16 años se ha convertido en la mayor joya de la cantera y candidato a ocupar las listas del draft de la NBA en los años próximos.

Sin olvidarse de Pablo Sánchez, jugador más joven en debutar de la historia del Unicaja, y con la aparición de Rafa Santos, el Unicaja continúa haciendo de su factoría una industria de talento envidiable a escala nacional.