La racha cajista de cuatro victorias seguidas ya es historia. El Unicaja perdió este mediodía ante el Iberostar Tenerife después de un partido en el que lo intentó de todas las maneras posibles. Al equipo, esta vez, no se le pueden poner muchos peros porque quiso, lo que pasa es que no pudo. Se fue 10 arriba en el primer cuarto (16-6), se fue 10 arriba en el segundo cuarto (29-19), se fue 10 arriba en el tercer carto (50-40)... pero para cada estirón local hubo siempre una reacción de los amarillos. Cuando ellos apretaron, sin embargo, en el sprint final, 61-75, el Unicaja no tuvo margen ni fuerzas para reaccionar.

Hay derrotas y derrotas. La de hace un par de semanas largas, 18 días mal contados, en la pista del Mornar Bar de Montenegro, fue tras un ridículo espantoso. La del día del Manresa también fue muy fea. Esta, ante el colíder de la Liga, fue después de 40 minutos jugados de poder a poder en los que el Unicaja dio la cara y solo le faltó un poquito más para rematar. ¿Un pívot más determinante? ¿Mekel sano? ¿Mayor rotación que solo los 9 jugadores que utilizó Casimiro?... Quizás hubo un poquito de todo eso. Lo de no contar ni un minuto con Carlos Suárez, desde luego, llamó la atención. El capitán es un jugador que contagia, que siempre aporta y que además necesita minutos para coger el ritmo. Esta vez, sin embargo, fue espectador privilegiado desde el banquillo por cuestiones técnicas.

La derrota ante el Iberostar pone en evidencia ese escalón que el Unicaja ha perdido estas últimas temporadas en su estatus liguero. Sus rivales directos hace ocho o diez años eran el Real Madrid, el Barça y el Baskonia, con los que jugaba cada temporada la Euroliga. Después pasó a ser el Valencia Basket el enemigo íntimo liguero, por detrás de los 3 mejores. Ahora, los cuatro de la Euroliga viven otra realidad y la «Liga» del Unicaja es la del Iberostar, la del Andorra, la del Joventut... Es lo que hay y cuando antes lo asumamos todos, mejor será para no llevarnos malos ratos innecesarios. La época de soñar por los títulos es ahora solo un bonito recuerdo.

Por cierto, el Unicaja volvió a perder en el Carpena. Van tres partidos esta temporada y tres derrotas (Barcelona, Manresa y Tenerife). Es evidente que el equipo echa de menos a su gente. Los partidos a puerta cerrada son malos para todos, pero a unos les hace más daño que a otros. Y al Unicaja esta pandemia le ha azotado en su línea de flotación. La «marea verde» gana muchos partidos a lo largo de la temporada, cualquiera que haya estado un par de veces en el Palacio sabe de lo que hablo. Ante el Iberostar, en este partido, sin ir más lejos, el resultado podría haber sido otro si hubiera habido público, aunque eso ya nunca lo sabremos.

Empezó muy bien el partido el equipo verde, con buena circulación de balón, con acierto en el tiro exterior y con una defensa muy pendiente de que el balón llegara lo más «sucio» posible a Shermadini. El marcador fue agradecido con la puesta en escena de los verdes, 16-6. Un par de triples de Doornekamp le dieron aire al Iberostar y cambiaron la dinámica de un primer cuarto que se cerró con 19-19, tras un parcial final de 3-13 para los chicharreros.

Los cajistas dieron otro acelerón en el arranque del segundo cuarto. El Unicaja defendió, robó y corrió para volver a ponerse con 10 de ventaja, 29-19. Pero el colíder de la Liga aguantó también el segundo «tantarantán» cajista. Doornekamp hizo mucho daño en el tiro exterior, Shermadini también aportó en la pintura y el partido alcanzó el intermedio con un apretado 44-40 y todo por decidir en la segunda parte.

El guión no cambió tras el descanso. El Unicaja repitió su máxima de 10, 50-40 y el Iberostar repitió también su respuesta al amago de romper el partido de los verdes, igualando las fuerzas e incluso poniéndose por delante, 54-56. Tras una máxima a favor del CB Canarias de 8, 56-64, el partido alcanzó los 10 minutos finales con 59-64.

El rival, con el marcador a favor, fue un ciclón en el momento de la verdad. Los mejores minutos del equipo canario encendieron todas las alarmas. Los canarios se fueron de 14, 61-75, con poco más de 7 minutos por jugarse. Un par de triples de Alberto Díaz intentaron agarrar al Unicaja al partido, pero para cada empujón de los cajistas hubo respuesta otra vez de un Iberostar, con las ideas muy claras, con amenaza por dentro y por fuera y que se llevó la victoria por 79-86.

FICHA

79 - Unicaja (19+25+15+20): Bouteille (10), Díaz (19); Thompson (18), Alonso (5), Guerrero (2) -cinco inicial-, Waczynski (5), Suárez (-), Brizuela (8), Santos (-), Abromaitis (10), Gerun (-) y Nzosa (2).

86 - Iberostar Tenerife (19+21+24+22): Doornekamp (22), Fitipaldo (3); Shermadini (22), Butterfield (-), Cavanaugh (12) -cinco inicial-, López (-), Díez (-), Sulejmanovic (-), Guerra (2), Huertas (16), Rodríguez (-) y Salin (9).

Árbitros: Zamorano, Cortés y Lucas. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 7 de la Liga Endesa, disputado a puerta cerrada en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga