El Unicaja es una montaña rusa. Un día tiene complejo de equipo de media tabla y horas después, como en la segunda mitad del partido ante Casademont Zaragoza, muestra una versión de club que aspira a mirar a lo alto. A luchar por lo que se le exige, el mínimo para una plantilla con carencias obvias, sí, pero con gran talento. Así, después de la gran imagen del equipo -pareció otro Unicaja irreconocible en Zaragoza- se vuelve a competir sin tiempo de margen. Lo que tiene este ritmo imparable de competición en una semana mortal para el físico de los jugadores. Obradoiro es el siguiente examen en casa (12:30 horas).

Los de Luis Casimiro regresan al Carpena después de jugar sus últimos dos choques a domicilio en Ulm y Zaragoza, habiendo regalado dos actuaciones tan distintas como igualmente válidas. Dos necesarias victorias, una con un juego pobre y otra con una licenciatura en defensa, rebote, triples. Algo más coral. Cerrada la primera vuelta en Eurocup y recuperadas, de momento, las esperanzas con el equipo en los 20 minutos finales del viernes, será el Obradoiro el que evalúe si lo que se vio en el Pabellón Príncipe Felipe fue una casualidad, un espejismo, una excepción en el calendario. A la partida todavía no llega Gal Mekel, que sigue poniéndose a punto de su lesión. Jaime volverá a sentarse en el banquillo esperando su momento para coger ritmo y volver a ser el Jaime que entusiasma a cualquiera. Paciencia.

Estará enfrente un equipo que está siendo una de las sensaciones de este inicio de temporada. El Monbús Obradoiro es la grata sorpresa hasta el momento, siendo quinto en la clasificación con 5 victorias y 3 derrotas. El equipo de Moncho Fernández, un clásico en los banquillos, ha superado a Fuenlabrada, BAXI Manresa, Coosur Real Betis, Guipúzcoa y Gran Canaria y han caído ante Bilbao Basket, Real Madrid y en última instancia frente al Valencia Basket en un apretadísimo choque que tuvieron en sus manos (77-78). De hecho, una última canasta de Robertson daba la victoria a los locales, pero no estaba dentro de tiempo.

El club de Santiago de Compostela es el segundo equipo de la Liga Endesa en triples anotados por encuentro, con 10,75 y el quinto mejor porcentaje de la competición (38'7%). A ello le suma también su acierto en tiros de dos puntos (57'2%, el tercero de la Liga) y el quinto máximo anotador con 84 puntos por partido. Un partido que también tendrá su ración de reencuentros: el canterano de Los Guindos Pepe Rozas y el pasado gallego de Adam Waczynski, que jugó dos temporadas en Compostela. Sus mejores pilares en ataque son el pívot lituano Laurynas Birutis, uno de los más destacados de la competición con 21'5 de valoración (tercero en Liga) y el escolta canadiense Kassius Robertson (15'1 puntos, 3'1 asistencias), un anotador compulsivo de gran explosividad. Un rival superior al Zaragoza, por lo que la victoria tendrá que trabajarse y mucho.

El Unicaja tiene la oportunidad de tener más victorias que derrotas y seguir creciendo. Veremos si para ello se mantiene el nivel defensivo y ofensivo del otro día y si se cuenta con Carlos Suárez.