La enfermería del Unicaja empieza a vaciarse. Una gran noticia para Luis Casimiro, que con la incorporación esta misma semana de Gal Mekel (antes llegaron Carlos Suárez y Jaime Fernández) tiene ya 13 de los 14 jugadores con los que cuenta la primera plantilla verde de cara a este curso 2020/2021. Solo el alero internacional serbio Dragan Milosavljevic, en la última fase de su recuperación de la gravísima lesión de rodilla que sufrió hace ya casi 15 meses, permanece fuera de la dinámica de grupo del equipo de Los Guindos.

Seguro que el técnico está feliz por poder contar ya con casi todo su plantel al completo, pero lo cierto es que a partir de ahora tener 13 jugadores (serán 14 cuando regrese «Gagi») obligará al entrenador verde a tener que hacer convocatorias antes de cada partido, toda vez que solo se pueden inscribir 12 jugadores en el acta, tanto en competición nacional como en los partidos de la Eurocup.

Este martes en París fue la primera vez, desde que arrancó la temporada en septiembre, que Casimiro tuvo más de 12 jugadores a sus órdenes. La incorporación la semana pasada de Jaime Fernández, tras más de 8 meses fuera por la operación de los talones de sus dos pies, unida al alta esta misma semana del base israelí Gal Mekel, provocó esta situación que, si no hay contratiempos físicos, pasará ahora a ser normal en cada partido.

En la cancha del Metropolitans 92 fue precisamente Mekel el nominado para no vestirse de corto. Casimiro optó por repetir la convocatoria de los dos últimos partidos y dejó fuera al jugador hebreo, recuperado ya de la rotura muscular que se hizo en el entrenamiento previo al partido de Liga jugado en Valencia el pasado 11 de octubre.

Habrá que ver qué política de descartes decide Casimiro a partir de ahora. Puede optar por la determinación de que siempre sea el mismo jugador el que se quede fuera mientras no haya más contratiempos físicos u optar por rotar los descartes en función cada día de las necesidades del rival o los momentos puntuales de forma de cada uno. Sea de una manera o de otra, lo que no parece muy lógico es que Mekel sea otra vez el sacrificado en el próximo partido, el miércoles de la semana que viene, en el Carpena frente al Mornar Bar, ya que necesita minutos para coger ritmo de competición y es la ayuda más fiable que puede tener Alberto Díaz (además de Jaime Fernández) en la dirección de juego. Pero, entonces, ¿quién será el próximo nominado?

Ahora mismo, Casimiro cuenta con 7 jugadores para los tres puestos del perímetro (Alberto Díaz, Mekel, Jaime Fernández, Francis Alonso, Darío Brizuela, Waczynski y Bouteille) y 6 hombres para repartirse los minutos de las dos posiciones interiores (Carlos Suárez, Deon Thompson, Tim Abromaitis, Volodymyr Gerun, Rubén Guerrero y Yannick Nzosa). Parece que hay más necesidad de recursos en el perímetro que en el juego interior, pero viendo los problemas que tiene el equipo en el rebote y en la defensa de los hombres grandes rivales, no es descartable que Casimiro prefiera repartir sus convocatorias en un equilibrio perfecto de 6 exteriores y 6 interiores.

El caso es que cuando el pasado verano el Unicaja configuró su plantilla, se habló de 14 jugadores teniendo en cuenta que Francis sería el jugador número 13 y el joven Nzosa sería el número 14. Lo que pasa es que el desarrollo de la temporada y las prestaciones en la pista han variado bastante esos roles predeterminados el pasado verano. Francis, por ejemplo, es un jugador clave ahora mismo en la rotación de Casimiro. Suele ser el escolta titular y sus números son fantásticos: 11.7 puntos, en 20:45 minutos por partido, con un 46.7% de acierto en los lanzamientos triples. Pensar que el sea el nominado para salir de las convocatorias parece una locura.

Con Yannick Nzosa pasa algo parecido. Es verdad que en los dos últimos partidos su protagonismo de minutos y de importancia se ha reducido bastante, pero es un jugador muy diferente a Gerun y a Guerrero y su «etiqueta» de jugador número 14 en la pretemporada ya no es real. De hecho, sin él en Andorra o en Valencia, por poner dos ejemplos, a lo mejor no hubiera habido final feliz para los verdes ni en el Principado ni en La Fonteta.

La verdad es que la decisión más fácil para Casimiro sería dejar fuera al «niño». No le provocaría ninguna tensión en el plantel ni le obligaría a dar explicaciones. Pero Casimiro ha demostrado en su trayectoria ser valiente en sus decisiones y solo prescindirá de Nzosa si de verdad cree que el canterano no le puede ayudar. De hecho, en Francia, este pasado martes, pudo haber sido el sacrificado y no lo fue.

Habrá que esperar a ver qué ocurre la próxima semana en el doble duelo en el Carpena del miércoles y el domingo frente al Mornar Bar (Eurocup) y al Gipuzkoa Basket (Liga Endesa). Serán dos partidos en los que Casimiro deberá decidir quién se queda fuera. ¿Será el mismo jugador? ¿Rotará sus descartes?