Esta vez no hubo rival enfrente en un Martín Carpena vacío por culpa del Covid-19. El Unicaja doblegó con contundencia al Mornar Bar montenegrino en el primer partido que se le recuerda al equipo verde este curso teniendo el control del choque de principio a fin, sin bajones ni despistes de por medio. Un triunfo necesario para regresar al primer puesto de la clasificación de su grupo continental, aunque el Metropolitans 92 francés aun espera fecha para jugar ante el Buducnost.

El tremendo acierto desde el perímetro (16 de 25 triples) fue demoledor para los montenegrinos, incapaces de parar los 16 puntos por cabeza de Brizuela y Bouteille y los 14 del siempre eficaz Francis Alonso. Con este triunfo el Unicaja vuelve a la senda de la victoria después del parón de una semana. Las sensaciones en conjunto fueron buenas durante los 40 minutos, y no solo por el vendaval ofensivo.

El rebote, omnipresente tema de debate cajista, se ganó sobradamente -35 por los escasos 15 del Mornar Bar- y en defensa también estuvo sólido. La diferencia de plantillas se notó, esta vez sí, y no como en Bar, cuando el equipo cayó estrepitosamente.

Hubo revancha y se cumplió el doble objetivo: ganar y superar al rival en el average particular. Comenzaron enchufados los de Luis Casimiro. Cinco triples fueron dinamita en ataque en el inicio del partido (17-6), dos de ellos de un infalible Francis Alonso. A diferencia de otros días, el equipo fue tremendamente superior a los balcánicos en el rebote en los primeros minutos, tanto en ataque como en defensa. Segundas oportunidades que Gerun y Thompson aprovecharon para alargar la renta.

Atrás, se mantuvo la intensidad suficiente para no dejar al Mornar hacer su juego, aunque hubiera intento a lomos, sobre todo, del exACB Jacob Pullen (27-16). En el segundo cuarto hubo regularidad, que no es poco, para seguir marchándose en el marcador. La dupla Jaime-Gerun tuvo intenciones al pick and roll, pero no demasiados resultados. Brizuela funcionaba en el aro contrario y Francis, a lo suyo (4 triples seguidos sin fallo), mantenían la eficacia. Aunque el conjunto montenegrino amagó con acechar mediante un par de tiros de tres de Jeremic. Fue un mero espejismo.

Los de Casimiro mantuvieron su buena racha ofensiva y no había manera de frenarlo desde el 6'75. En esas, el técnico manchego dio minutos a Carlos Suárez coincidiendo en pista con el joven canterano Nzosa. El congoleño se cargó pronto con tres faltas y el de Aranjuez respondió enchufando dos triples, incluido el último para marchar al descanso con la faena encarrilada después de 10 de 13 lanzamientos convertidos desde la línea de 3 (54-34).

La segunda parte comenzó con la inercia del triple, desatado el Unicaja, que metió dos consecutivos para seguir minando la moral del rival. La contundencia en el rebote ofensivo fue un plus que fue de la mano de la capacidad anotadora de Bouteille, que por fin fue el Axel de Bilbao, el que todos esperan (esperamos). Canastas para todos los gustos del internacional galo y 16 puntos en tres cuartos. El equipo malagueño se encontraba en su salsa y el contrario andaba ido del partido, incapaz por razones obvias. Un buen tramo de Brizuela y Alonso, un día más partícipe del acierto de cara al aro ayudó al estirón definitivo. Fue un paseo en lo ofensivo con 13/19 en triples y un 75-52 imposible de remontar en los 10 minutos finales.

El último cuarto tenía pinta de ser un trámite, ya con todo visto para sentencia, así que no hubo sorpresas ni sobresaltos. Ha pasado en jornadas anteriores, pero los 27 puntos de diferencia sangraban demasiado para los de Bar, agarrados a Vranjes, Jeremic y Smith como opciones para mantener el orgullo. 90-65 marchaba el partido a los últimos cinco minutos, en los que Casimiro aprovechó para sentar a Jaime en un día en que su entusiasmo no pudo reprocharse, pero que sigue siendo una realidad que queda todavía mucho para verlo a su mejor nivel. Con esto hay que tener paciencia. Gerun al banquillo con 10 puntos, 5 rebotes y una más que decente actuación para dejar hueco a Nzosa, un par de minutos finales para Jaime y a dejar correr el reloj con el triunfo más que decidido.

El domingo regresa la ACB, y con ella la necesidad de mantener el impulso para cerrar un puesto en la próxima edición de la Copa del Rey, y hacerlo cuanto antes. El rival será desde las 12.30 horas el recién ascendido Acunsa Gipuzkoa Basket en casa.