Viny Pierrot Okouo (10 de abril de 1997, Brazzaville, República del Congo) volverá mañana a pisar el parqué del Martín Carpena. Será la primera vez que lo haga desde junio de 2019, cuando después de 7 años en el club, tres de ellos en el primer equipo, abandonó Málaga y la Liga ACB para jugar una temporada en Lituania, desde donde ha regresado ahora de nuevo al baloncesto español, a las filas del recién ascendido Acunsa Gipuzkoa Basket de San Sebastián, rival liguero mañana de los verdes.

Viny es uno de esos proyectos de la cantera que nunca encontró su sitio con los «mayores». Irrumpió en la primera plantilla cajista con unas expectativas muy altas, tras convertirse en uno de los mejores pívots de la LEB Oro con el Clínicas Rincón. El presidente Eduardo García convenció a Joan Plaza para que le abriera un hueco en el róster, pero en sus tres temporadas en el primer equipo no terminó de dar el salto esperado. Ni con el citado Plaza, 2 años, ni con Luis Casimiro, en su última temporada vestido de verde.

La verdad es que la relación entre el club y el jugador congoleño tampoco fue muy fluida. Viny siempre ha señalado que en Málaga no sintió nunca la confianza de sus entrenadores. «Siempre que he ido a un equipo, salvo en Unicaja, donde no tuve un rol importante, he tenido la motivación de ser un referente», decía el jugador hace unos meses, en su presentación con el equipo vasco.

En su etapa como jugador verde se especuló en varias ocasiones con buscarle una cesión para que progresara y tuviera los minutos que aquí no disponía, pero por unas causas u otras, no acabó de producirse ese cambio de aires. Una decisión que a la larga perjudicó su evolución como jugador.

En octubre de 2017, por ejemplo, tras 50 días sin jugar ni un solo partido con Joan Plaza, el jugador pidió irse a otro club, pero el Unicaja no se lo permitió. Viny tan sólo había participado entonces en seis de los 25 partidos que ya había disputado el equipo de Plaza, con una presencia de 8:08 minutos, en los que había aportado 3,3 puntos, 2,2 rebotes y 2,7 de valoración.

El jugador se mostraba cansado de su situación. Especialmente, porque en el club le habían prometido el verano anterior que iba a ser un jugador con minutos, que iba a entrar en la rotación y que, especialmente en la Liga Endesa, sus apariciones iban a ser habituales. Pero la falta de oportunidades se perpetuó y la negativa a que saliera cedido aumentó su malestar con el club y el entrenador. Incluso su aportación fue a menos respecto a la campaña anterior, la 2016/2017, en la que colaboró en 38 partidos con 6:35 minutos en pista. El propio Viny mostró incluso su compleja situación con varios tuits en los que, de forma irónica, hablaba de su mal momento en la plantilla cajista.

El verano siguiente, el de 2018, el de la llegada de Luis Casimiro al banquillo cajista, el problema se agravó. El club sí se planteó entonces la cesión del canterano, pero solo si antes firmaba una ampliación de su contrato, que acababa 12 meses después, en junio de 2019. Viny no accedió a firmar ni por lo deportivo ni por lo económico (su ficha para ese último año fue de poco más de 100.000 euros brutos), por lo que su posible salida cedido se volvió a truncar.

Sus números al final de esa última campaña vestido de verde, la primera de esta etapa de Casimiro, lo dicen todo: 1 punto y 1.4 rebotes en 7 partidos disputados de Liga Endesa, y 1.2 puntos en 6 encuentros de Eurocup. Así las cosas, Viny Okouo decidió abandonar la Liga Endesa en busca de minutos, y firmó en verano de 2019 por el Kedainiai Nevezis de la Liga de Lituania.

La experiencia en tierras bálticas, con algún episodio oscuro al margen, fue bastante satisfactoria para el canterano verde, promediando 10.4 puntos y 7.6 rebotes para 12.8 de valoración en 23 partidos, siendo el mejor reboteador de la Liga y sumando un par de MVPs semanales, revalorizando su caché.

Justo al acabar la pasada temporada se especuló con la posibilidad de que Viny fuera el sustituto de otro excanterano cajista, Augusto Lima, en el San Pablo Burgos de Peñarroya, aunque al final fue el recién ascendido Gipuzkoa Basket el que ha apostado por Viny para su vuelta al baloncesto ACB, siendo uno de los ocho nuevos integrantes del plantel del conjunto donostiarra.

Sus 2.14 de altura y su condición de cupo por haber estado siete años de su formación en Los Guindos, le convierten en un jugador muy apetecible para varios equipos que siempre tienen «problemas» para cuadrar sus plazas de nacionales o Jugadores Formados Localemente (JFL), como es el caso de Viny.

El congoleño se presenta mañana en Málaga como un jugador de rotación importante para su técnico en el Gipuzkoa, Marcelo Nicola. En los 8 partidos de Liga jugados hasta la fecha, el excajista acumula 7.6 puntos, 4,8 rebotes y 7,5 de valoración. Números bastante interesantes para un jugador de 23 años, todavía con infinito margen de mejora y que seguro querrá reivindicarse mañana, desde las 12.30 horas, en el choque liguero del Palacio Martín Carpena.