El Unicaja rinde visita mañana al mediodía al Movistar Estudiantes (12.30 horas). Después de terminar en última posición la Liga Endesa la pasada temporada y haber salvado la categoría gracias a la ausencia de descensos debido a la pandemia, el conjunto madrileño ha empezado el curso 2020/21 con mejor cara y con intención, todavía, de luchar por un hueco en la próxima Copa del Rey.

El conjunto de Javier Zamora, que mantiene en sus filas al excajista Aleksa Avramovic, se reforzó este pasado verano con las llegadas de Cvetkovic, Alec Brown, John Roberson y Djurisic. Aunque el fichaje que más impacto mediático tuvo fue el del gigante de 2,24 metros Christ Koumadje, que ha igualado el techo histórico de altura de la ACB que hasta su llegada ostentaba Ralph Sampson, también de 2.24 y exjugador del Caja de Ronda en la ya lejana temporada 91/92.

Los aficionados más veteranos del Unicaja, los que vivieron las noches mágicas de Ciudad Jardín, recuerdan perfectamente a Sampson, mítico jugador de la NBA que disputó en sus últimos años como profesional ocho partidos con el Unicaja, con 31 años. Su aterrizaje en Málaga fue posible por un cúmulo de circunstancias, entre ellas por sus continuas lesiones de rodilla, que le impidieron mantenerse en la elite de la mejor liga del mundo. Su fichaje por el cuadro cajista, cuando la diferencia entre la NBA y el baloncesto europeo era un abismo, supuso en aquel momento un impacto brutal en la ACB. Era el jugador más alto de la historia del baloncesto español y todo un All Star de la NBA muy pocos años antes.

Sampson jugó ocho partidos a las órdenes de Mario Pesquera, con unas medias totales de 7 puntos (29% en tiros de campo), 6.8 rebotes y 1.4 asistencias, en 27 minutos por partido. Siempre se ha contado, mitad leyenda mitad realidad, que había que sacarle varias jeringuillas de líquido de las rodillas antes de cada partido.

Fueron los últimos coletazos de una carrera de más a menos, que empezó en el instituto y en la universidad con cifras estratosféricas

. Fue elegido por los Houston Rockets en 1983 con el número 1 del draft. A pesar de sus 2,24 metros de altura, a Sampson no le gustaba jugar de pívot y prefería jugar en la posición de alero o ala-pívot, lo que lo convirtió en el jugador más alto de la historia de la NBA en jugar en una posición que no fuera la de «5». Para el recuerdo queda su pareja con Hakeem Olajuwon, 11 centímetros más bajo que Sampson, con quien formó la mítica dupla que ha pasado a la historia como las «Torres Gemelas». Sampson participó en el encuentro de las estrellas en tres ocasiones y en su tercera campaña anotó una histórica canasta sobre la bocina para eliminar a Los Angeles Lakers de Magic Johnson en la final de su conferencia.

Rockets, Warriors, Sacramento y Washington fueron sus equipos antes de aterrizar en el Caja de Ronda, al que llegó con la rodilla destrozada. Incluso no pasó la revisión médica, aunque el club siguió adelante con su mediático fichaje por todas las expectativas que se habían creado no solo en Málaga, sino en todo el baloncesto español. Jugó muy pocos partidos en España, pero tiempo suficiente para establecer un récord histórico de altura de la ACB que este curso iguala Koumadje, también con 224 cms.

A sus 25 años, el pívot estudiantil supera a quienes hasta ahora eran las torres de la ACB: Fall y Tavares, ambos de 2,21 metros. El chadiano, procedente de la Liga de desarrollo de la NBA (11,3 puntos, 10,9 rebotes y 4 tapones por partido), donde militó la pasada temporada con los Delaware Blue Coats, equipo asociado a los Sixers, no está siendo un jugador con un gran impacto en el juego estudiantil.

En lo que va de temporada, Koumadje solo ha jugado 6 partidos. En 5 de ellos, no anotó ningún punto y solo en la sexta jornada, en la visita colegial al Coosur Real Betis, el chadiano se estrenó en ataque, con 7 puntos. Sus promedios son muy pobres: 1.2 puntos, 1 rebote y 1.5 de valoración, con 4:52 minutos de media por partido.

El Unicaja ha tenido problemas este curso con los pívots rivales. Koumadje será mañana una amenaza más del «Estu».