Ni el inoportuno parón por la Ventana FIBA ni la plaga de bajas impidieron al Unicaja sumar esta tarde dominical una nueva y meritoria victoria en la Liga Endesa que afianza a los verdes en la zona alta de la clasificación y que les pone un poquito más cerca de la Copa del Rey de 2021, todavía sin sede fija, pero en la que los cajistas quieren defender su vigente condición de subcampeones del torneo del k.o.

Son 7 triunfos en los últimos 8 partidos de Liga. Poca broma. Es verdad que el equipo ha tenido mejores resultados que sensaciones muchas veces, pero es indudable que la racha es, ya se puede decir, espectacular. Ojito al dato: Solo el intratable Iberostar Tenerife ha ganado a este Unicaja en los últimos dos meses en partido de ACB.

Sin Jaime Fernández y sin Alberto Díaz, ambos lesionados, todas las miradas apuntaban a la vuelta de Gal Mekel como factor diferencial y una de las claves para la suerte del Unicaja ante el UCAM. El base israelí se cargó muy pronto de faltas y no tuvo mucho protagonismo en el primer tiempo, pero después fue muy inteligente en la dirección aportando puntos y buena circulación de balón, justo lo que el equipo necesitaba. Su regreso tras la lesión es una gran noticia.

Mención especial también para Carlos Suárez. Sin Bouteille, Casimiro apostó por Abromaitis en el "3", lo que permitió al capitán jugar muchísimos minutos, casi más que en los últimos dos meses juntos. No es por ser cansino y decir siempre lo mismo, pero que con Suárez el equipo tiene más defensa y más empaque es más que evidente. Y el que no lo vea es que, simplemente, no lo quiere ver.

Fue un buen partido de baloncesto. El Unicaja estuvo muy serio, sabiendo regular en cada momento y "jugar" sin que se notasen sus propias ausencias. Era un partido difícil, faltaban tres "titularísimos", pero no hubo casi ni tiempo para echarlos de menos. Y eso que el UCAM vendió cara la derrota. Tiene un buen plantel Sito Alonso este año. Una pareja de bases muy interesante, amenaza en el perímetro y poderío físico interior. Juegan bien y van al rebote los cinco que están en cada momento en el campo como si no hubiera un mañana. Un rival complicado.

Al Unicaja le costó entrar en el partido (2-7). Los tiros exteriores no entraron, el UCAM dominó el rebote y el marcador estuvo equilibrado los primeros 10 minutos, pero casi siempre con el rival por delante en el marcador. Dos faltas personales de Mekel (la segunda muy evitable) fueron lo peor de un primer parcial que acabó con 22-23 para los de Sito Alonso.

El Unicaja fue afinando la puntería con el paso de los minutos. Jugando sin base y con el "olvidado" Suárez en el campo apretando atrás y amenazando desde el triple, el Unicaja se puso por delante 40-32. Solo Frankamp fue capaz en ese tramo de mantener con vida a un UCAM que sobrevivió como pudo a la lluvia de triples de Carlos Suárez (2), Waczynski (2), Francis y Brizuela. Al descanso, a pesar del agujero en el rebote (9-16), 55-44, +11 para los de Casimiro.

Volvió dasatado el Unicaja del intermedio. Hasta 16 arriba se pusieron los verdes, 62-46. Pero los murcianos se agarraron otra vez al partido a base de los triples de DiLeo y las canasta de Jordan Davis, que permitieron, con un parcial de 4-15, colocarse a solo 5 de los verdes, 66-61.

Casimiro paró el partido con un tiempo muerto. La reacción fue inmediata y el Unicaja volvió a mandar con autoridad en el marcador, 74-61. Al llegar el minuto 30, 78-67 para los de Los Guindos y medio partido en el bolsillo.

En el último cuarto no hubo margen para el sufrimiento. El Unicaja siguió anotando con fluidez y dando pocas opciones atrás a un UCAM que se vio por encima de los 20 de desventaja ante una versión muy potente de un equipo verde que sigue mejorando su imagen partido a partido. Al final, 102-81. Que pase el siguiente.