El acierto de Brizuela y Bouteille en los últimos minutos decidió en favor del Unicaja un partido bastante feo en Brescia, en el que los verdes sumaron una nueva victoria continental, tras 40 minutos de sufrimiento en los que el equipo se encontró con muchas piedras en el camino (lesión de Mekel, faltas personales de Thompson, poquísima rotación), pero a las que sobrevivió para ganar a un peleón Germani Brescia, justo en el esprint final.

El Unicaja no falló en Italia. Los verdes están empeñados en acabar esta primera fase de la Eurocup como campeones de grupo y lo tienen en su mano. El Metropolitans francés perdió 89-78 en la pista del Mornar Bar este mismo miércoles por lo que los de Casimiro ya dependen de sí mismos para terminar en lo más alto de la clasificación de esta primera fase.

Desde que el equipo tocó fondo con la doble derrota ante el Manresa y el Mornar, a principios del mes de octubre, el Unicaja no ha dejado de crecer. Sus números son para enmarcar. Suma seis victorias seguidas, ha ganado 12 de los últimos 14 partidos que ha jugado y en Liga Endesa lo ha ganado todo los dos últimos meses, salvo aquella mañana de domingo en el Carpena contra el Iberostar Tenerife. Todo esto, con demasiadas lesiones, prescindiendo muchos días de Carlos Suárez por decisión técnica y sin haber fichado al pívot que TODOS pedíamos desde la pretemporada para equilibrar la plantilla. A Luis Casimiro, desde luego, le cuadra todo lo que decide en su pizarra de un tiempo a esta parte. Eso no admite debate.

Los verdes tenían en Italia una cuenta pendiente con sus partidos a domicilio en Europa. Si el Unicaja quiere ser un aspirante serio a ganar esta Eurocup y a volver a la Euroliga en la próxima temporada 2021/2022 debe ser intratable en casa y consistente a domicilio. De cuatro salidas en esta liguilla europea solo había ganado en Ulm (sin estar especialmente brillante) y en Podgorica (con ayuda importante de la epidemia de COVID de la que estaba todavía saliendo en aquel momento el rival). Por eso este triunfo en Italia, por poco brillante que sea, sirve también para dar un golpe encima de la mesa y demostrar que este equipo puede ganar en cualquier sitio.

El equipo se sobrepuso a las bajas de Alberto Díaz, de Jaime Fernández... y de Gal Mekel, que sufrió un fuerte golpe en la mano izquierda y no pudo jugar nada más que los primeros 4 minutos y 57 segundos del partido. ¿Se puede tener más mala suerte? La verdad es que al base israelí le está pasando de todo desde que fichó por el Unicaja. ¡Qué lástima!

El Unicaja entró en el partido con mucha fuerza, decidido a dominar y no sufrir. En 5 minutos, doblaba en el marcador a los italianos, 9-18, tras una exhibición descomunal desde la línea de 3 puntos,, con triplazos de Francis (2), Abromaitis (2) y Mekel (1). Cline y Ristic acudieron al rescate de los suyos para dejar el marcador casi equilibrado al final de los primeros 10 minutos, 24-26.

Un triple de Bortolani dio la primera ventaja a los brescianos nada más iniciarse el segundo cuarto, 29-26. El Unicaja reaccionó para volver a tomar la delantera en un partido que se convirtió en un pim-pam-pum de ida y vuelta, con muchas canastas y muy poca defensa. El partido alcanzó el descanso con 46-48, solo 2 arriba para los verdes, muy poca renta para la diferencia de baloncesto vista en el parqué entre ambos equipos en esos primeros 20 minutos en los que el Unicaja jugó durante muchos minutos sin base y sin pívot.

El partido se "embarró" en el tercer cuarto. El festival ofensivo se frenó por completo en ambas canastas y cada ataque fue un suplicio para el que llevaba el balón. Solo Bouteille, recuperado de la lesión, estuvo lúcido, lo que permitió al Unicaja abrir una pequeña renta al llegar el minuto 30 con 5 de ventaja, 54-59.

Un triple de Crawford igualó el partido, 64-64, a solo 6:46 del final del partido. El Unicaja, sin base en pista, sufrió en el ataque estático. Casimiro le dio galones a Pablo Sánchez para intentar darle lucidez al atasco ofensivo. El partido entró en los últimos 2 minutos con 72-75, gracias a un triplazo de Bouteille y un par de buenas canastas de Brizuela. El rival no se dio por vencido, pero los verdes supieron jugar sus bazas hasta el final. Un par de tiros libres de Francis Alonso terminaron por cerrar el 79-83 final.

Acabar primeros de grupo la primera fase de la Eurocup no garantiza nada en Europa, es cierto, pero sí te allana un poco el camino de cara a ese Top 16 que arrancará pocos días después de que los Reyes Magos pasen por nuestras casas y que tiene pinta de que va a ser durísimo. De momento, las cuentas salen en Europa. En la Liga, el domingo por la tarde, espera el líder invicto Real Madrid en el WiZink Center para una nueva jornada de la ACB con muchísimo que ganar y con poquísimo que perder.