Mala suerte para Dragan Milosavlejevic y para el Unicaja. El jugador serbio tuvo este viernes que ser sometido a una artroscopia por los doctores Nogales y Dalla-Rosa en hospital CHIP y su regreso a las canchas se vuelve a aplazar por tiempo indefinido. Una auténtica fatalidad para un Milosavljevic que estaba previsto que volviera a jugar, precisamente, en estos días, después de una larga convalecencia.

El alero serbio se lesionó gravemente la rodilla en agosto de 2019, cuando preparaba con su selección su participación en el Mundial de China. Tras más de un año de recuperación, hace solo unas semanas, recibió el ok de los doctores del Unicaja para poder entrenar ya con contacto con sus compañeros, un paso adelante decisivo pensando en su vuelta a las canchas, que estaba prevista para antes de finalizar este 2020.

En las últimas semanas, «Gagi» se fue incorporando paulatinamente al trabajo del equipo. Comenzó a hacer algunos ejercicios individuales y después con el grupo, pero el caso es que con el paso de los días las sensaciones no han sido buenas. Volvieron las molestias a su rodilla, concretamente en su menisco y la decisión que se ha tomado es que vuelva al quirófano.

A pesar de que el alero de Krusevac lleva ya mucho tiempo fuera de la dinámica cajista, lo cierto es que su ausencia, ahora que Luis Casimiro ya tenía pensado contar con él, es un problema ante los retos que le están por venir al Unicaja.

El calendario se pone serio a partir del inicio de 2021, con la disputa del Top 16 de la Eurocup, la Copa del Rey de Madrid y la segunda vuelta liguera, camino del play off final. Ante esta exigencia, la figura de Milosavljevic habría sido de gran ayuda para el perímetro verde.

El serbio es un jugador de características muy diferentes a Bouteille y Waczynski, los otros dos aleros del equipo. El balcánico tiene mucha más capacidad defensiva que el polaco y el francés, es más físico y además ayuda mucho más en el rebote, aunque no tiene el tiro de sus compañeros de puesto. Por eso, su ausencia supone un hándicap en los planes de Casimiro para el futuro inmediato del equipo en todas las competiciones.

La verdad es que Milosavljevic ha vivido un calvario desde que se lesionó el verano del 19. El confinamiento del pasado mes de marzo y abril retrasó una recuperación que parecía ir bien y que estaba encaminada a que el pasado mes de septiembre arrancara la temporada 2020/2021 como uno más en el equipo.

Este nuevo contratiempo ahora en el menisco, sin embargo, hace incluso pensar que Milosavljevic se pueda perder lo que resta de temporada. El jugador acaba contrato el próximo 30 de junio, por lo que es una incógnita saber, incluso, si podrá volver a vestir de verde cajista en el futuro. Una lesión en el menisco de este tipo supone un tiempo aproximado de tres meses de baja, lo que pasa es que vistos los antecedentes y el tiempo que acumula de inactividad, resulta aventurado saber si podrá volver a vestir de verde cajista este curso. Nadie quiere este desenlace, pero es algo que no se puede descartar.

El club no se ha planteado salir al mercado para buscar un sustituto para el serbio. Además de Bouteille y de Waczynski, es una posición en la que Casimiro tiene la opción de situar a Tim Abromaitis, jugador que puede actuar de «4» y de «3» y que ya ha jugado en varios partidos en la posición de alero alto por los problemas físicos que ha atravesado el internacional francés.