Eurocup

El Unicaja confirma su fracaso europeo

Los verdes pierden 83-92 con el Nanterre y se quedan sin opciones de pasar a cuartos de final, con todavía toda la segunda vuelta de la liguilla por jugarse

Emilio Fernández

Emilio Fernández

Se acabó la Eurocup para el Unicaja. Ya sé que hay una carambola inverosímil de resultados que todavía daría vida al equipo en este Top 16. Pero es tan inviable que no voy a perder ni un segundo de mi tiempo en estudiarla. Que nadie se engañe, el Unicaja está "eliminado" en la Eurocup 20/21 tras perder este miércoles el tercer partido en tres jornadas de esta segunda fase. Lamentable, patético, triste, desesperante... Un fracaso estrepitoso.

Ni con Luis Casimiro, antes, ni con Fotis Katsikaris, ahora. Este equipo es incapaz de hacer nada bien. Perder con este Nanterre francés de tan poco nivel no admite ninguna excusa. En un día en el que te la juegas, en tu casa (aunque el pabellón esté vacío) y ante un rival con tan poco pedigrí, resulta inexplicable esta enésima derrota seguida.

Los verdes, en un día sin red, no dieron la talla. El equipo está muerto. Es incapaz de competir. Ni en casa ni fuera. Ni en la Liga ni en la Eurocup. Es una sombra de lo que se le debe pedir a un club que se ha paseado con éxito tantos años en la Euroliga y que hace solo cuatro años dominó en esta misma competición. Es una decadencia insoportable. La verdad.

Derrota cajista ante el Nanterre

Derrota cajista ante el Nanterre / Álex Zea

Los franceses eran el rival perfecto para el día clave. Llegaron con solo 10 jugadores y su rotación fue de Cordinier... y 4 más. Pero en Málaga parecieron una franquicia NBA de play off. El alero galo es muy bueno, ya lo sabíamos, pero no puede ser que haga tanto daño y que jugando los 40 minutos tenga más energía en los segundos finales que cualquiera de los cajistas. Algo falla.

En su segundo día al frente del equipo, Katsikaris tampoco dio con la clave. No contó con Gerun, el papel de Ferrari y de Francis fue testimonial y a Guerrero le dio un par de oportunidades, pero lo castigó después con sendos banquillazos. Ha cambiado algunos roles, pero sin ningún resultado positivo ni mejoría aparente. Las cosas son así.

Fue otro partido para olvidar. El Unicaja fue un coladero en el primer cuarto. Más de lo mismo respecto a partidos anteriores. Encajó 24 puntos en esos 10 minutos iniciales y estuvo siempre por detrás en el marcador, aunque al llegar al primer parón, las fuerzas estaban muy equilibradas, 22-24.

Abromaitis (4) y Bouteille (2) estuvieron muy finos desde la línea de 3, lo que permitió al Unicaja darle la vuelta al marcador. Hasta 9 arriba estuvieron los de Katsikaris, una diferencia que se quedó en solo 3 al llegar el intermedio, 49-46.

Las cosas se pusieron ya muy feas en el tercer cuarto. Warren y Cordinier se bastaron para encender todas las alarmas, 56-61. El alero internacional francés (no sé qué hace en el Nanterre, pienso que podría ser titular en casi cualquier equipo de la Euroliga) se fue creciendo con el paso de los ataques y las defensas para meter un triple sobre la bocina que dejó el marcador 60-70, a falta del último cuarto.

El 62-75 a 8:31 del final sonó a sentencia. Faltaba mucho tiempo, pero cuando un equipo no está para nada, no está para nada. Y para remontar hay que estar bien y además creer. Tuvo un ramalazo después de 3 triples que le acercó a 4, 71-75, pero el intento de remontada se quedó en un espejismo. Al final, 83-92. Eliminados y avergonzados.

Alberto Díaz intenta superar la defensa de Warren

Alberto Díaz intenta superar la defensa de Warren / Álex Zea

No hay palabras que puedan mitigar el dolor de una afición cansada de tanta derrota y de tanto mal rato. No hay consuelo posible. El proyecto cajista 2020/2021 está "muerto". El equipo muestra un encefalograma plano que el nuevo inquilino en el banquillo no ha cambiado. La plantilla está mal construida, en verano no se hizo bien el trabajo y de aquellos barros vienen ahora estos lodos.

La Eurocup era el gran objetivo de esta temporada para el club de Los Guindos, la única ventana abierta para volver a la Euroliga. Pero a 27 de enero, con todavía toda la segunda vuelta de la liguilla de esta seguda fase por jugarse, con media temporada aún por delante, Europa ya es una quimera para la peor versión europea del Unicaja en este siglo XXI. Madre mía. ¡Qué desastre!

Después de ocho derrotas seguidas y de una única victoria en los 12 partidos anteriores, poco más se puede decir. Estos son los números de un Unicaja que navega a la deriva. La temporada amenza ruina. Quedan otros dos objetivos por delante. El de la Copa del Rey de Madrid contra el Barça pinta mal. El de entrar en el play off de la Liga Endesa, tampoco será sencillo.