Unicaja: Y ahora, ¿qué?

El Unicaja vive un momento complicado. En la pista y en la zona noble. En lo deportivo, porque no salen las cosas, y en lo institucional, porque la situación requiere tomar decisiones de forma inminente y eso nunca es ni ha sido fácil para el consejo de administración del club de Los Guindos.

La derrota contra el Nanterre del miércoles, en la tercera jornada del Top 16 de la Eurocup, ha sido la sentencia deportiva para los verdes en Europa, con lo que eso significa: decir adiós a la Euroliga 2021/2022, objetivo primordial que tenía esta temporada el Unicaja.

La virtual eliminación europea es un duro golpe a corto plazo y significa, además, un daño inmenso pensando en el futuro próximo. Jugar la máxima competición continental habría significado volver a tener una apuesta fuerte económica y deportiva, volver a optar a jugadores de máximo nivel y, sobre todo, un chute de optimismo para una afición necesitada de la ilusión de volver a ver a su equipo codearse con los mejores del continente.

El consejo de administración del club tomó la determinación la semana pasada de cambiar de entrenador. Una medida traumática, pero la más «normal» en una situación como la actual, con el equipo en una deriva imparable de resultados, con ya 8 derrotas consecutivas, entre Liga y Eurocup.

Una vez que esa «bala» se ha gastado sin mejoría, los focos apuntan ya directamente a la plantilla y al propio palco. Los partidos sin público en el Carpena evitan conocer in situ el pensamiento de la afición, no hay ruido y eso es una bendición para muchos, pero un vistazo a las redes sociales demuestra que la diana que antes estaba sobre el banquillo, apunta ahora directamente a alguno de los jugadores, con Volodymyr Gerun como principal señalado, así como al presidente, Eduardo García, cabeza visible del club.

Los rectores cajistas tienen ante sí, ahora, una decisión vital para el futuro inmediato: Fichar o no fichar. El consejo de administración debe decidir si se apuesta por mejorar la actual plantilla para tratar de ser más competitivos en la Liga Endesa (fuera de los puestos de play off en la actualidad) y para intentar dar la sorpresa en los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Barça o si se decide «guardar» fuerzas y dinero para empezar a planificar el proyecto de la próxima temporada, en el que tiene pinta de que habrá muchísimos cambios respecto al Unicaja actual.

La decisión es peliaguda. Hay consenso entre los rectores cajistas, la dirección deportiva y el propio entrenador, Fotis Katsikaris, que lo mejor sería buscar un refuerzo interior, pero se ha puesto por delante lo económico a lo deportivo y se prioriza la salida de Volodymyr Gerun antes de el fichaje de otro jugador. En principio, si el ucraniano sigue en Málaga no habrá nuevo pívot... salvo que el consejo de administración cambie su discurso en los próximos días. No parece muy probable, pero...

También está por ver qué ocurre con el propio consejo de administración. Unicaja Banco y la Fundación tienen que decidir si se mantiene en su estructura actual, si se introduce alguna novedad en el organigrama o si hay algún cambio de nombre propio entre los ocho consejeros actuales. El consejo de administración del Unicaja Baloncesto está formado a día de hoy por Eduardo García (presidente), Juan José Navarro (vicepresidente), Isidro Rubiales (secretario) y los vocales Emilio Mejía García, Sergio Corral Delgado, Isabel Fernández Machuca, Francisco Alonso Salas y Fernando Jesús Ríos Cañadas.

No hay mucho tiempo para pensar. Es la hora de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias. La lógica dice que el proyecto actual del Unicaja necesita un cambio de rumbo para evitar que los próximos 4 meses esto sea un infierno irrespirable. Pero eso solo es la lógica.