Liga Endesa

El Unicaja sigue su escalada (82-76)

Victoria del equipo de Fotis Katsikaris ante un rival directo, en un partido muy equilibrado en el que regresó a las pistas el base israelí Gal Mekel

Emilio Fernández

Emilio Fernández

Este Unicaja tiene otra pinta. Está muchísimo más equilibrado, juega con más criterio, tiene más sistemas, defiende con sacrificio y, lo más importante de todo, gana sus partidos. Frente al Herbalife Gran Canaria logró este sábado noche su tercera victoria consecutiva en Liga Endesa, lo que le afianza en la lucha por asentarse en la zona del play off, entre los 8 primeros de la clasificación.

Era un partido muy importante. La verdad es que todos los que quedan de esta Fase Regular van a ser casi "finales". El Unicaja supo jugar con esa presión de no poder perder y fue mejor que su rival los 40 minutos, aunque nunca pudo respirar tranquilo porque a cada pegada le respondió el Herbalife con otra guantada de similares proporciones, lo que llevó al partido a un intercambio de golpes casi de principio a fin.

El Herbalife, todavía vivo en la Eurocup, en la que se medirá en cuartos de final al Metropolitans francés, demostró en Málaga que su mal arranque de temporada ya es historia. Jugó un buen partido en el Carpena, pero es verdad que nunca se vio con opciones reales de victoria. La famosa "táctica del conejo" esta vez no les valió.

Además del triunfo, la otra gran noticia en clave cajista que deja este partido es ver otra vez vestido de corto a Gal Mekel, castigado cruelmente por las lesiones en estos últimos 12 meses y ganador de su particular batalla a un COVID que con él ha sido especialmente virulento. Mekel está a años luz de su mejor momento físico, le falta ritmo de partidos y de entrenamientos, pero ya mostró cositas. Cinco puntos , tres asistencias y un rebote en 13:05 fue su tarjeta en el día de su regreso a la "vida" deportiva. Eso y el empaque que le da al equipo cuando toma el mando de las operaciones.

Con tan poco margen para el error, con una red tan fina en la que caer, el Unicaja sumó frente al Herbalife Gran Canaria una de esas victorias que al final de la Liga Regular cuentan doble: la que sumas tú y la que le restas a un rival directo, que ahora se queda bastante retrasado en la tabla, pero que también tiene focalizado su objetivo en acabar entre los 8 mejores.

Katsikaris le ha dado varias vueltas a la pizarra verde. La defensa ha dejado de ser un coladero. Los jugadores son los mismos, pero trabajan de distinta manera. Ya no caen los 90 puntos porque sí, ahora el rival tiene que trabajarse casi cada canasta. También hay más orden en ataque y menos libertad para el uno contra cinco. El triple sigue siendo una baza importante, pero hay otras opciones que hacen menos previsible al equipo cuando pasa la línea del medio campo.

Por cierto, ¿por qué no fichamos a Malcolm Thomas hace 3 meses, cuando se quedó sin equipo? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Todos veíamos que hacía falta una pieza ahí para equilibrar el juego. Con Thomas jugando el Top 16, el Unicaja hoy sería cuartofinalista de la Eurocup. Eso lo saben en Badalona, en Nanterre y en Mónaco. ¡Qué pena esa falta de ambición! ¡Qué pena no haberlo traido antes! A lo mejor Thomas no es tan bueno como yo creo, pero es que comparado con lo que había antes, es Dios con trenzas. En fin. Ante el Herbalife, sin aparentemente excesivo esfuerzo: 12 puntos, 10 rebotes y 15 de valoración. Casi nada.

Fue un partido de equilibrio, de garra, de emoción. Arrancó muy bien el Unicaja en el partido. Sobre todo atrás. Con el citado Thomas muy activo bajo el aro, Bouteille acertado y la pareja de bajitos Alberto-Jaime dirigiendo y corriendo, el equipo se fue 12 arriba en un abrir y cerrar de ojos, 16-4. Una diferencia que se quedó en +6 al final del primer cuarto, 18-12.

Mejoró con el paso de los minutos el equipo canario. AJ Slaughter hizo un par de triples y el Herbalife se puso a 1, 24-23. Reaccionaron los de Los Guindos, sobre todo desde el perímetro, alcanzando el descanso con los mismos 6 de renta que en el primer cuarto, 32-26. Poco premio, sobre todo después del gran inicio en una primera mitad con demasiados parones y muchos altibajos.

Tenía pinta que el tercer cuarto podía ser decisivo para la suerte del partido. Amagó otra vez el Unicaja con irse, 38-30, pero los pívots del "Granca" hicieron buenos minutos, tanto Costello como Balcerowski y el marcador se apretó de lo lindo, 41-40, con 4:46 por jugarse del tercer cuarto. Costello, con dos libres, igualó el partido, 44-44, con poco más de 3 minutos.

Bouteille acudió al rescate. El francés vio el aro como una piscina con esos tiros imposibles que él hace sobre la bocina, sin posición, forzado, a la "remanguillé"... Pero era la noche del internacional bleu. Los metió todos toditos todos. Una bocanada de aire fresco que llevó al Unicaja a acabar 5 arriba al alcanzar el minuto 30, 54-49.

Con todo por decidir, el Unicaja dio el enésimo acelerón en el partido, con el 58-49 y con el 63-55. Pero otra vez el Herbalife se agarró, esta vez con sus exteriores, 63-61. Después de tanto ir y venir, después de tanto equilibrio, Francis y, sobre todo Jaime, con varias canastas dieron la puntilla. Para el 75-67, a menos de 2 minutos, ya no hubo reacción. Más que nada porque Jaime respondió a cada intento del rival con una canasta al otro lado de la cancha, en un gran final del partido del base-escolta madrileño. Al final, 82-76.

Hay poco tiempo para la celebración. Este martes, el Unicaja visita el Palau Blaugrana para jugar el partido que se tenía que haber disputado el pasado fin de semana, pero que las elecciones al FC Barcelona obligó a aplazar. Será el reencuentro de ambos equipos después del polémico partido de cuartos de final de la Copa del Rey de Madrid, que terminó con aquel agarrón de Brandon Davis a Tim Abromaitis en la última jugada del tiempo reglamentario que los árbitros no vieron. Un partido en el que habrá mucho que ganar y muy poco que perder.