Detalles de un nuevo Unicaja

Desde la llegada de López Nieto a la presidencia, el club ha sufrido un giro radical en las políticas de comunicación, social y deportiva

López Nieto en su primera rueda de prensa como presidente cajista

López Nieto en su primera rueda de prensa como presidente cajista / UNICAJABFOTOPRESS

Beatriz Tocón

No hay quien reconozca al Unicaja. El consejo de administración nombró a Antonio Jesús López Nieto el 28 de julio como nuevo presidente del Unicaja Baloncesto, un cambio que no gustó en un inicio a la afición cajista y cuyo descontento parece que ha cambiado en los últimos días e incluso semanas. Desde entonces, el club ha sufrido una serie de cambios en aspectos relacionados con la comunicación, el área deportiva y el ámbito social que le han dado otra cara al equipo, mucho más cercano ahora. 

La entidad de Los Guindos y la afición han venido sufriendo una relación tensa en los últimos años. El rendimiento deportivo tampoco ha ayudado a que la crispación se redujera, sino todo lo contrario. La toma de decisiones de la antigua directiva fue una de las principales causas por las que el público quería protestar en cada partido, llegando a producirse momentos en los que eran mayores las pitadas al palco que la atención en el juego. 

Sin embargo, en estos últimos meses el organigrama del Unicaja ha tenido numerosos cambios y el más visible de todos ellos fue el nuevo presidente. El inicio de su estancia en el club no fue nada fácil. Una de las primeras decisiones de ese nuevo consejo de administración fue la renuncia del equipo a competir en Eurocup y pasar a la BCL. Además, su inexperencia en el baloncesto tampoco fue muy aceptada, pero las modificaciones que se han producido desde su llegada sí que han sido muy bien recibidas.

El primero de los cambios se ha observado en la faceta social. Uno de los puntos más importantes ha sido no solo abrirle las puertas de la sala de prensa del Martín Carpena a Carlos Cabezas para anunciar su retirada, sino también ofrecerle jugar un último partido con los colores del Unicaja y retirar la camiseta con el número 10. El club precisamente ha recibido multitud de críticas en estos últimos años por no tener memoria histórica con los grandes jugadores que han pasado por el equipo. Parece que algo está cambiando. 

Otra de las facetas en la que hay detalles de ilusión es la deportiva. Un detalle especialmente significativo que ha tenido el Unicaja en estos últimos días ha sido la camiseta de apoyo a Rafa Santos, jugador de la cantera que hacía la pretemporada con el primer equipo y que ha sufrido una grave lesión. Otro de ellos ha sido el sonado ‘caso Spissu’. El club ha sido capaz de no hipotecarse con un jugador que en la actualidad se encuentra bien físicamente, pero que tiene una lesión que en cualquier momento puede apartarle de la cancha y dejar a la plantilla sin un base. Es decir, un fichaje sin garantías de que pudiese jugar. Tras esa decisión, los dirigentes volvieron al mercado e incorporaron a Norris Cole. 

Por último, el cambio más reconocido y alabado por la afición ha sido el aspecto comunicativo. La entidad de Los Guindos siempre ha sido muy criticada por ser opaca con su público y es algo que ha mejorado notablemente. En primer lugar, lo que hizo López Nieto al llegar al cargo fue enviar una carta a los abonados haciéndoles llegar un mensaje de unidad. Hace unas semanas, el equipo de comunicación del Unicaja hizo público un vídeo que hizo aflorar los sentimientos de la afición bajo el nombre ‘Tenemos tantas ganas ya de veros’. Y, por último, la ‘Campaña de Retorno’ en la que da la posibilidad a todos los abonados de que puedan tener preferencia en la compra de 7 partidos, aunque podrán acudir a más si hay entradas libres. Además, como principal novedad, el club ha informado a los abonados de estos cambios por correo electrónico antes de hacerlo oficial en las redes sociales. 

López Nieto tan solo lleva un mes en el cargo, pero le ha dado al Unicaja otra cara. Han sido pequeños detalles los que el club ha tenido con los abonados y con el público, pero pueden ser semillas que consigan fortalecer una estrecha relación entre el club y la afición que ahora estaba debilitada y que empezará a resurgir. Son gestos que parecen ser intrascendentes, pero que eran necesarios para que la ciudad de Málaga vuelva a volcarse con su equipo de baloncesto.