Unicaja-Barça: Parece imposible, pero...

Día grande en el Palacio. Llega el Barça. Llega el vigente campeón de la Liga Endesa. Llega una de las mejores plantillas de Europa. Un magnífico motivo para estar en el Carpena a las 18.30 horas para ver in situ un (ojalá) partidazo.

Desde hace muchos años, podemos decir que décadas, los Unicaja-Barça son «mucho más que un partido». Es cierto que la rivalidad entre ambos ya no es la que era, ya no es un duelo de igual a igual. El equipo culé vive muy por encima de los objetivos por los que lucha ahora el Unicaja, pero cuando cajistas y culés se ven la cara en Málaga sigue siendo un partidazo y, probablemente, una de las salidas ligueras más difíciles que tienen cada temporada los blaugranas.

Hay que ser realistas. Lo de hoy parece casi imposible. El Barça es un equipazo, va sobradísimo, tiene una plantilla eterna y no se le adivinan ni defectos a los que agarrarse. Pero al Unicaja históricamente le ha ido la «marcha» y en estos partidos «imposibles» suele salir la mejor versión del equipo. Veremos...

Está claro que el Unicaja debe hoy jugar su mejor partido de la temporada si quiere tener opciones. Será necesario estar acertados en el tiro, concentrados en el rebote, activos en defensa y tener una aportación súper de casi todos los jugadores. Con todo eso se podría soñar con sumar un triunfo que valdría oro camino del objetivo de clasificarse para la Copa del Rey, que parece que todavía está lejano, pero las jornadas pasan y las matemáticas van a ir siendo cada semana más exigentes. De momento el balance es de 3-3 y hay que ganar todavía muchos partidos más antes de la jornada 17 para estar en la fiesta copera de febrero.

La gran baza del Unicaja hoy será el Carpena. El Palacio va a mostrar una buena entrada (la mejor en mucho tiempo) y la afición debe ser clave para ayudar al equipo. Va a haber muchos momentos complicados durante los 40 minutos, pero el aliento de la «marea verde» siempre es decisivo para que el equipo no se «caiga» y compita hasta el final. Con el jugador número 6 «enchufado» siempre es todo más fácil.

Por si el partido no tuviera suficientes alicientes por sí mismo, en el descanso se elevará la camiseta 10 de Carlos Cabezas al cielo del Palacio, en el homenaje que le hace su club tras su reciente retirada. Ojalá la fiesta sea también al final del partido. ¿Quién dijo miedo?