Crónica/Liga Endesa

Adiós a Europa por deméritos propios (95-100)

La derrota del Unicaja contra el Baxi Manresa deja a los malagueños sin opciones matemáticas de alcanzar la undécima plaza en Liga Endesa

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Aquí, a muy pocos días de que sea de forma oficial, concluye todo. Y gracias. El Unicaja ha acabado este miércoles con cualquier posibilidad, por mínima que fuese, de jugar la próxima temporada en Europa por méritos deportivos. No es una consecuencia de esta noche, en absoluto. La afición ha vivido otra temporada que quedará para el olvido y el encuentro contra el Baxi Manresa ha sido la última gota que ha colmado un vaso que ha terminado de explotar con este 95-100 contra los de Pedro Martínez y una despedida con pitos y pañolada.

La derrota del Breogán contra el Fuenlabrada le había dado a los cajistas una última oportunidad de llegar a esa undécima plaza. El objetivo era muy evidente: había que ganar las dos jornadas que quedaban. ¿Difícil? Sí, pero es lo que ocurre cuando se deja todo para el final. Esta vez no hubo ni opción para ganar porque en ningún momento lideraron los verdes el marcador. Hubo maquillaje final, pero que no puede esconder otra noche de perros de los de verde y morado. 

Lo cierto es que los de Pedro Martínez no se encontraron a un rival digno. ¿Pensando en las vacaciones? ¿En la cena después del partido? El caso es que el equipo solo apretó un poco cuando el Martín Carpena tiró de ellos en el esprint final con todo perdido. Tarde como siempre.

El Manresa solo había ganado 1 de los últimos 5 partidos en Liga Endesa y perdió la final de la BCL contra el Tenerife. ¿Alguien lo notó? Lo que sí se volvió a sentir fue el paupérrimo inicio del Unicaja con un 7-14 en el minuto 4. Otra vez. Algo mejoró la situación tras un tiempo muerto cajista, pero Pedro Martínez no quiso que el Unicaja cogiera ritmo (13-16). Ahora bien. La diferencia táctica entre ambos equipos rozó el ridículo. Los visitantes tiraban de la pizarra y los malagueños, en muchos momentos, ni sabían qué hacer modificando con señas sus movimientos. Aun así, el resultado llegó más equilibrado al fin del primer cuarto (21-23).

El inicio del segundo no fue mejor. Si Kravic había mantenido vivo a su equipo, Thomasson lo enterró y para no revivirlo porque todo fue de mal en peor. El Unicaja entró en su tradicional cortocircuito en ataque. No supo qué hacer con el balón ante un equipo que pocos espacios dejaba. Tampoco defendió bien porque concedió en la primera mitad hasta 14 tiros libres. Así, con todos los factores en contra, llegó la máxima ventaja del Manresa en el minuto 15 (29-40). No mejoró, el Unicaja volvió a acercarse (37-42), pero los de Pedro Martínez, principalmente Moneke, habían decidido que era el momento de pisar el acelerador (42-52).

Europa estaba en juego. ¡Acceder a Europa por méritos deportivos estaba en juego! Si hubiesen salido los niños de EBG Málaga, le habrían puesto más intensidad a un partido que fue hacia abajo y sin freno. Qué auténtico desastre ese 42-64 en el minuto 23. Ya no es que el ataque estuviera cortocircuitado, es que el Unicaja no anotó tras el descanso hasta el minuto 24 con un triple de Jaime Fernández. El acierto desde la línea de 6.75 maquilló ligeramente la imagen, pero no el resultado (54-72) porque el Manresa... seguía siendo el Manresa mientras que el Unicaja... seguía siendo el Unicaja. Sin embargo, alguien le puso empeño en seguir jugando al baloncesto para llegar a un 59-72 que ofrecía una mejor creencia que lo que había de realidad.

Poco había que hacer con el 67-89 en el minuto 33. Sin embargo, el público también habló. Si los jugadores iban a hacer poco, ellos iban a hacer menos. Por lo que muchos tomaron la decisión de marcharse cuando aún quedaba más de la mitad del último cuarto. Si hubo pitos, también hubo gente que se atrevió a cantar eso de "sí se puede" y lo cierto es que el Unicaja fue picando piedra hasta colocarse con un 78-90 a 4:22 del final. A partir de ahí, todo cambió y de qué forma porque los malagueños se colocaron a 8 a falta de 1:41, pero Barreiro y Francis Alonso fallaron dos triples que les dejaban a 3. No obstante, a 5.9 segundos el Unicaja seguía a 3 tras varias acciones defensivas. Una antideportiva a Cameron Oliver acabó con todo (95-100).

Otro final de temporada en el Carpena para encerrar en el cajón del olvido.

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