Will Thomas... ¿seis años después?

El Unicaja está muy cerca de cerrar el regreso a Málaga de Will Thomas, un jugador de pocas palabras, que apenas deja ver sus emociones en su lenguaje corporal sobre la pista, que se fue del Unicaja hace seis años y que es ahora un objetivo prioritario para la entidad de Los Guindos en el proceso de reconstrucción que está llevando a cabo este verano la entidad verde.

La noticia de su posible fichaje, adelantada este lunes por el periodista lituano Donatas Urbonas, ha causado un gran revuelo en las redes sociales entre los aficionados cajistas. Es un jugador contrastado, con un currículum incontestable en la elite del baloncesto europeo y con el único «presunto» lunar de su edad, 36 años recién cumplidos este pasado 1 de julio. ¿Muchos? Pues eso depende de cada uno. Su físico, hasta ahora, no se ha resentido con el paso de los años. Y sus estadísticas esta pasada temporada recién terminada en el AS Monaco de la Liga Francesa (la más exigente a nivel físico de toda Europa) así lo atestiguan: 9.8 puntos, 3.8 rebotes y 1.3 asistencias en la Liga de Francia, y 7.5 puntos, 4.2 rebotes y 1.1 asistencias en la Euroliga, para 10.6 de valoración (27 minutos en pista).

El Unicaja trabaja en el regreso de Will Thomas

Lo que sí parece que está olvidado entre los aficionados es su marcha por la puerta de atrás hace seis veranos. Y es que el Unicaja y Joan Plaza contaban con él, pero el jugador rechazó la oferta de renovación del cuadro verde. El club lo colocó en la lista de jugadores sometidos a derecho de tanteo, pero la oferta que le presentó el Valencia Basket, entrenado en aquel momento por Pedro Martínez, fue imposible de igualar por el Unicaja. Según se explicó en aquel momento, aquella oferta cualificada presentada por Valencia Basket ante la ACB ascendía a un total de 1.7 millones de euros brutos en dos temporadas, cuando Unicaja tan solo llegaba a 1.2. Eso hizo que Thomas se fuera de Málaga y Unicaja decidiera mover ficha con el fichaje de Jeff Brooks.

La marcha de Thomas ese julio de 2016 fue algo traumático y es que había sido el jugador más utilizado por el entrenador la campaña anterior. El norteamericano fue el «chico para todo» de Plaza en sus dos años en Málaga. Jugó de ala-pívot y de pívot, con un dato a tener muy en cuenta: jugó todos los partidos oficiales que disputó el Unicaja en esos dos años. Incluso llegó en mitad de un partido, tras asistir al nacimiento de su segundo hijo en EEUU. En total, disputó 130 encuentros con la camiseta verde y sus promedios fueron 22:37 minutos, 7.6 puntos, 4.8 rebotes y 9.7 de valoración.

Desde que salió del Unicaja hace seis veranos, jugó tres años en el Valencia Basket, dos en el Zenit de San Petersburgo y esta última campaña en el AS Mónaco, una de las revelaciones de la máxima competición del baloncesto continental.

Ahora todo apunta a que podría volver. La negociación está abierta y con el jugador bastante avanzada, pero hay un problema serio que superar: los derechos del jugador para España son del Valencia Basket. Esto quiere decir que el Unicaja y el cuadro taronja deberán llegar a un acuerdo para liberar a Thomas de esa «atadura» legal que todavía tiene con el Valencia Basket para poder jugar en Málaga. Si no hay «ok» de los taronja no habrá fichaje.

Según ha podido saber La Opinión de Málaga, hay cierto optimismo entre todas las partes para que la operación se cierre de manera satisfactoria, pero lo cierto es que hay varias cuestiones claves todavía por pulir. Estas próximas horas serán decisivas para tratar de finiquitar el acuerdo.

Si el Unicaja logra cerrar la incorporación de Will Thomas, sería el tercer fichaje del equipo para el juego interior 22/23, tras los de David Kravish y de Dylan Osetkowski. Este reencuentro del americano de pasaporte georgiano con el Unicaja lo que sí dejaría fuera de las quinielas es la continuidad de Tim Abromaitis, que ya no tendría hueco en el róster de la próxima temporada.

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