Mercado

Quedan tres fichajes por llegar

El Unicaja, que ya ha firmado seis llegadas en el mercado estival, necesita todavía incorporar un base y dos jugadores interiores, uno de ellos cupo de formación, para terminar de reconstruir su proyecto deportivo 2022/2023

Ibon Navarro tendrá una plantilla nueva, con 9 fichajes, para la próxima temporada 2022/2023.

Ibon Navarro tendrá una plantilla nueva, con 9 fichajes, para la próxima temporada 2022/2023.

Kendrick Perry, Nihad Djedovic, Tyler Kalinoski, Dylan Osetkoswski, David Kravish y Will Thomas, este último todavía por anunciar oficialmente. Son los seis fichajes que el Unicaja ya ha cerrado en este mercado estival de cara a su proyecto de la próxima temporada 2022/2023, al que todavía le faltan por llegar tres fichajes más: un base y dos jugadores interiores.

Pocos días después de acabar la pasada temporada, el presidente del Unicaja, Antonio Jesús López Nieto, desvelaba en una rueda de prensa que la plantilla del nuevo proyecto verde iba a ser casi nueva con «mínimo 8 fichajes». Unos días después fue el entrenador, Ibon Navarro, el que en una entrevista en un medio digital, subía el órdago para decir que «tenemos que fichar 9 ó 10 jugadores»...

Pues definitivamente parece que serán 9 las caras nuevas que presente la plantilla verde y morada este próximo curso. Faltan por llegar todavía tres fichajes más, que es el reto en el que trabaja estos días la dirección deportiva cajista encabezada por Juanma Rodríguez, además de confirmar de forma oficial la incorporación de Will Thomas, que todavía no ha sido anunciado por la entidad verde.

El Unicaja trabaja en el mercado en busca de un base y de dos jugadores interiores. Una de esas tres incorporaciones debe tener la condición de cupo de formación ya que la BCL exige para una plantilla de 12 que 5 jugadores tengan esa identidad local. El Unicaja, a día de hoy, cuenta con cuatro: Alberto Díaz, Darío Brizuela, Jonathan Barreiro y Nihad Djedovic, jugador nacido en Bosnia pero formado en la cantera del Barça, por lo que a efectos legales cuenta para la competición como «cupo». Queda una quinta ficha por cerrar, que será, casi con toda seguridad, para una de las dos piezas del juego interior que quedan por llegar.

El base, como ya se ha apuntado días atrás, parece que tendrá pasaporte extracomunitario. El club sondea estos días las opciones del mercado estadounidense en busca de una pieza que deberá ser muy importante en la rotación del equipo. Se descartó hace ya varias semanas la opción de Jayson Granger (que hubiera solucionado también el tema de los cupos, porque está formado en el baloncesto español y es jugador local) y tampoco ha cuajado la de Bruno Fitipaldo, retenido por el Lenovo Tenerife. Ahora todas las miradas apuntan a los jugadores que después de la Liga de Verano de Las Vegas no encuentren hueco en la NBA y decidan venir a Europa a jugar. Es un buen nicho, aunque siempre tiene el riesgo de la adaptación, si es que el elegido fuera un jugador novato. Pero también es verdad que allí hay muchos bases americanos con experiencia en el baloncesto europeo e incluso en la propia Liga Endesa que también pueden ser el próximo director de juego que acompañe a Alberto Díaz.

Para las dos plazas interiores se buscan un cupo y un jugador europeo o cotonú. La necesidad del jugador formado localmente es por cuestión solo de la BCL. Para la Liga Endesa la obligación es contar con 4 en una plantilla de 12. Esa necesidad ya está cubierta, pero el problema para la competición continental es que la exigencia sube a 5. Ahí es donde el Unicaja tiene la necesidad de fichar «producto nacional». No hay mucho margen, pero se trabaja en esa línea sin descartar que en el caso de no encontrar lo que se busca, se suba a la plantilla para los partidos europeos a un canterano, lo que obligaría a Ibon Navarro a tener que descartar a algún jugador de su «12» habitual para los choques de la BCL. Esta opción, no obstante, no es la que se quiere utilizar y por eso se busca un jugador «cupo» en el mercado.

El otro fichaje que falta por llegar debería ser un pívot. Un «cinco» puro que le dé empaque al juego interior y aporte intimidación, físico, rebote y músculo. Se ha fichado a Kravish y se juega con la polivalencia tanto de Osetkowski como de Thomas para jugar en esa posición, pero se busca un pívot más contundente para redondear el juego de pintura.

Está claro que este verano se está trabajando duro en las oficinas de Los Guindos. Hay mucho que hacer para no repetir errores. De momento quedan tres fichajes más todavía por cerrar.