Copa del Rey

87-89: El Unicaja la lía en Badalona

Espectacular victoria del equipo verde en la prórroga de los cuartos de final de la Copa del Rey ante un Barça que no pudo superar la fe de un grupo de jugadores capaz de sobreponerse a cada golpe del equipo culé

Emilio Fernández

Emilio Fernández

¡Viva la Copa! ¡Viva el baloncesto! ¡Viva el Unicaja! Después de 45 minutos gloriosos, el Unicaja certificó esta noche de jueves su presencia en las semifinales coperas del sábado, en la que le esperará un Real Madrid que ya sabe que no lo va a tener fácil.

Era un desafío sideral. Un reto que bordeaba lo imposible. Al otro lado de la pista estaba el mejor Barça de lo que va de temporada. Intratable en Europa e intratable en España en las últimas semanas. Pero al Unicaja le dio igual. Le jugó cara a cara, le buscó las “cosquillas” desde el mismo salto inicial, le metió toda la presión del mundo y le acabó superando por un 87-89 tras el tiempo extra que pasa ya a ser historia del baloncesto malagueño y andaluz.

Las apuestas decían que no. Los entrenadores y directores deportivos del resto de clubes de la ACB decían que “tampoco”. Los especialistas de las redes sociales y los sitios web decían que “ni de coña”… Pero los jugadores del Unicaja e Ibon Navarro tenían otro discurso paralelo. Pregonaron en el desierto y nadie les hizo caso hasta que los árbitros lanzaron el balón al aire y los verdes demostraron durante los 45 minutos que una cosa es lo que se dice por ahí y otra muy distinta la realidad.

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ACB Media

Fue una gran noche de baloncesto verde y morado. Un partido perfecto. La demostración de que la fe puede mover montañas. Ibon Navarro tenía un plan para esta noche. Quería rebotear duro en defensa y correr como si no hubiera un mañana. Que el partido se volviera poco menos que un correcalles de muchas posesiones, ataques cortos, muchos tiros y pocos cinco contra cinco. No le salió el plan que estaba en su cabeza, pero supo buscar otras alternativas para encontrar el premio final.

El Barça se vio sobrepasado. Era tan favorito que se quedó sin argumentos para reaccionar cuando se vio contra las cuerdas en una prórroga en el que el Unicaja bordó la excelencia. Podría hablar ahora del partidazo descomunal de Perry o de la exhibición de un Will Thomas pletórico. O también podría hablar de Brizuela y de sus huevos. Pero no voy a nombrar a nadie en especial. Porque desde Mario Saint-Supéry hasta Lima y Sima, al ladito del banquillo animando, todos merecen un sobresaliente.

Partido muy intenso

El partido fue intenso, emocionante y jugado de poder a poder por cajistas y blaugranas. Desde el primer cuarto. El Unicaja no le perdió la cara en ningún momento al rival, que apretó de lo lindo. Buena defensa y buen ataque posicional de los de Ibon. Suficiente para irse al primer parón solo uno abajo, 21-20. Muy buena la puesta en escena de los de Los Guindos.

El Barça acertó desde la línea de 3, empezó a imponer su físico debajo de los aros y encendió la luz de alarma en el banquillo del Unicaja. Ibon pidió tiempo con 28-20. Sin Lima y sin Yankuba, el Unicaja tenía un problema serio en la pintura. La defensa culé también embarró el ataque de un Unicaja que sufrió con el balón en las manos. La desventaja fue a más. El 34-21 a 5.04 del descanso fue un aviso serio.

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En el peor momento, apareció otra vez la versión competitiva de los verdes. Esa que le ha dado tantas victorias este curso al equipo verde. Con paciencia y mordiendo atrás, el equipo volvió al partido con un parcial de 7-13 que dejó la cuenta en -7, 41-34, al llegar el intermedio. Ni tan mal.

Ibon puso una zona 3-2 para arrancar el tercer cuarto con Barreiro arriba. El Barça se atascó, Brizuela acercó a los de Los Guindos a 4, 43-39. El talento de Satoransky y Kalinic desde el 6.75 dieron aire a su equipo. El criterio para pitar faltas no fue el mismo en los dos lados de la pista y el Barça fue creciendo en el marcador, 53-43. El Unicaja logró frenar la sangría a tiempo de entrar en el último cuarto solo con 5 de desventaja, 55-50.

Con el partido en el momento más caliente, el Barça cargó el rebote con todo. Hasta tres y cuatro oportunidades en un mismo ataque. El 64-53, a 6.44 del final, parecía el final, pero el Unicaja se rehizo. Brizuela empató a 27 del final, 76-76. Higgins no acertó en su último ataque y el choque se fue al tiempo extra.

Prórroga

Los 5 minutos de la prórroga fueron más verdes que blaugranas. Aunque otra vez todo quedó para el medio minuto final. Mirotic empató el partido con un triple, 87-87 a 33 segundos. Perry se inventó un canastón a solo 9’’, 87-89. Con solo 4 décimas, Laprovittola tuvo dos tiros libres para mandar el partido a una segunda prórroga. Falló el primero, tiró a fallar el segundo, el Unicaja cerró el rebote y… lo demás es ya historia.

El sábado, segundo capítulo copero. Nada menos que contra el todopoderoso Real Madrid. Ellos serán otra vez los favoritos para entrenadores, directores deportivos, tuiteros y periodistas de cualquier soporte. No pasa nada. Mucho mejor así...