Lenovo 80- Unicaja 83: ...y el sueño se hizo realidad

El mejor Unicaja en muchísimos años completó este domingo su fin de semana mágico en Badalona superando en la final copera al Lenovo Tenerife en otros 40 minutos gloriosos de un equipo descarado, ambicioso, trabajador, coral y con una fe a prueba de bomba. Ni el hasta ahora campeón de Copa (Barça), ni el vigente campeón de Liga (Real Madrid) ni el actual campeón intercontinental (Tenerife) pudieron con los de Los Guindos. Tres rivales de postín que han ido cayendo rendidos a la plantilla verde y morada.

Vrsac 2001, Zaragoza 2005, Vitoria 2006, Valencia 2017... y Badalona 2023. Boza Maljkovic, Sergio Scariolo, Joan Plaza... e Ibon Navarro, rey absoluto de esta Copa con su pizarra. La Copa Korac, la Copa del Rey, la Liga ACB, la Eurocup... y de nuevo la Copa del Rey.

El Unicaja aumentó este histórico domingo 19 de febrero su palmarés con un título que hace solo cuatro días parecía imposible, pero que ha sido el justo premio a un fin de semana perfecto, a tres partidos excelsos y a 125 minutos históricos de un Unicaja que ha sabido jugar sus bazas desde los cuartos de final hasta la finalísima. Enhorabuena para todos. Desde el que lleva las toallas hasta el que metió la última canasta. Todos son campeones y todos han hecho a Málaga feliz como nunca.

Y es que el Olímpic de Badalona fue testigo de un partido que ya es historia verde. Parecía casi imposible superar al Barça en los cuartos, también rozaba lo utópico eliminar al Real Madrid en semifinales y tampoco estaba claro ganarle a un Tenerife eufórico y enrachado, por eso fue realmente emocionante ver a Alberto Díaz elevar al cielo badalonés un trofeo logrado con sangre, sudor y lágrimas, más que justo y que ya tiene su hueco preparado en la vitrina del pabellón de Los Guindos para acompañar al resto de grandes éxitos cajistas.

Málaga vuelve a estar orgullosa de su equipo. Y esa es otra gran noticia que nos deja esta Copa. Porque Ibon Navarro y los jugadores ganaron la Copa en la pista, pero lo de la "marea verde" ha sido una lección de señorío, apoyo y educación digna de mención. La grada fue, sin duda, la otra gran protagonista este fin de semana del éxito cajista. Empezaron siendo solo 350 y acabaron casi el doble, sin contar todos los neutrales a los que ganaron estos días para a causa cajista. Sin su aliento hubiera sido imposible este epílogo glorioso. Sin su apoyo, quizás, es que ni se hubiera podido pasar de los cuartos de final.

El triunfo de esta noche supone hacer un borrón y cuenta nueva definitivo con el pasado negro reciente. El Unicaja está de vuelta, vuelve a ser un equipo con garra, competitivo, peleón, coral y capaz de ganarle a cualquiera. Una cualidad que se había perdido.

La celebración de la Copa del Rey de Unicaja, en imágenes

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Partido equilibrado

Ganar esta Copa del Rey ha sido increíble. El partido final fue otro cúmulo de emociones. El primer cuarto fue una batalla cuerpo a cuerpo de dos equipos con cierto miedo a fallar. El Unicaja empezó más acertado, pero el Lenovo apretó atrás, impuso su ritmo e impidió al Unicaja jugar con la alegría de los cuartos y las "semis". Un triple de Kalinoski sobre la bocina, al menos, permitió alcanzar el minuto 10 con 1 de ventaja, 16-17.

Shermadini empezó a hacer mucho daño en la pintura. Sus compañeros lo buscaron una y otra vez para aprovechar sus centímetros en la zona. Jaime también aportó en ataque y el Lenovo se fue de 7, 33-26. Fue el primer momento crítico del partido para los verdes y morados. El Unicaja no podía correr y en ese ritmo de partido, el Lenovo se sintió cómodo. Un 2+1 de Ejim y un triplazo de Kalinoski equilibraron las fuerzas a medio minuto del intermedio, 36-36. Un triple sobre la bocina de Marcelinho Huertas desde el centro del campo puso el 39-37 con el que se fue el partido al intermedio. Mucho trabajo por delante para Unicaja..., pero también para Tenerife.

El Unicaja aprovechó un par de ramalazos de Brizuela para irse de 5, 39-44. Pero el Lenovo reaccionó con un 9-0 que obligó a Ibon Navaro a parar el partido con 48-44. Fue a peor la situación con el paso de los minutos. Marcelinho fue muy protagonista de un 53-44 que encendió todas las alarmas. Con el equipo en situación límite, Kalinoski y Carter armaron el brazo, metieron triples importantísimos y el Unicaja se reenganchó, 58-57. El partido entró en el cuarto definitivo 60-60. La final quedaba reducida a solo 10 minutos.

El Unicaja fue un rodillo en el momento de la verdad. Barreiro hizo un trabajo sucio muy importante, Carter desesperó al Lenovo y Osetkowski clavó un triple a 3:09 que acercó el título, 69-77. Era el momento de los valientes y en ese momento, el equipo no falló. Supo jugar con la ventaja en el marcador para acabar con las esperanzas del rival. El 80-83 final ya es historia.

Las emociones de la fiesta verde y morada en la pista, tras el bocinazo final, son difíciles de narrar con palabras. Ver a tanta gente feliz, llorando muchos de la emoción y con la "Marea Verde" como testigo desde lo alto del Olímpic, es una de esas imágenes que quedarán para siempre en la retina de los que allí estuvimos en directo o de los que lo vieron por la tele desde sus casas.

Ahora toca saborearlo. Enhorabuena para todos. Club, equipo y afición. Somos todos campeones de Copa.

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