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Liga Endesa

81-86: El Unicaja se queda en la orilla

El Barça y un desconcertante arbitraje impiden al equipo cajista repetir la victoria de la Copa ante una muy buena versión blaugrana, liderada por un certero Satoransky

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Liga Endesa | Unicaja - Barcelona, en imágenes Gregorio Marrero

Un gran Unicaja no pudo esta vez con un muy rocoso Barça, en un espectacular Martín Carpena, que vivió un magnífico espectáculo de baloncesto en el que solo los árbitros no estuvieron a la altura de las circunstancias. No perdió el Unicaja por culpa de Benjamín Jiménez, Esperanza Mendoza y Alberto Baena, ni muchísimo menos, pero hay que reconocer que en un gran día de básket, ellos y ella fueron lo peor de la tarde con mucha diferencia.

Fue una pena. Los centímetros de sus interiores les dio ventaja en la lucha por el rebote y la dupla Laprovittola-Satoransky acertó en casi todos los balones calientes, esos que son los que deciden un partido a cara o cruz. Sobre todo el checo fue un martirio para la defensa verde.

El Unicaja lo hizo casi todo bien, pero esta vez no le valió para sumar ante un equipazo que sudó la gota gorda para salir vivo del Carpena. Ganar dos veces al Barça en solo cuatro semanas era casi un acto de fe. No sé cuántos equipos lo habrán hecho en estos últimos años, pero seguro que se cuentan con los dedos de una mano. El Unicaja lo intentó de todas las maneras posibles, incluso lo rozó y con eso hay que quedarse. Lo que la temporada pasada era un duelo muy desigual entre un aspirante a todo y un equipo sin alma, ahora es un combate equilibrado. Son partidos (casi) de igual a igual. Porque aunque el Unicaja perdiera esta vez, está claro que está de vuelta en la elite. Eso no admite debate.

El Carpena apretó de lo lindo. Vivió una fiesta sin premio final, pero disfrutó con 40 minutos de muy buen baloncesto de su equipo... y también hay que reconocer que de su rival. Se llenó el Palacio y tiró de los suyos. Puso también todo de su parte y hay que reconocérselo a los más de 10.000 que lo vivieron en directo.

La afición abarrotó el Carpena. Gregorio Marrero

Mucha emoción

El partido tuvo intensidad, velocidad, equilibrio, magia... El Unicaja entró en el partido con las ideas muy claras y con mucho acierto desde la línea de 3. El Barça se enredó en la tela de araña que tejió Ibon Navarro en su pizarra defensiva y Jasikevicius tuvo que parar el partido, tras triple de Carter, con +8 para los de verde y morado: 22-14. Misma diferencia con la que se llegó al final del primer cuarto: 24-16. Sobresaliente versión del Unicaja en esos primeros 10 minutos, en los que la sangría no fue mayor sobre el rival porque Laprovittola estuvo con la puntería muy fina.

Un parcial de 0-7 apretó el marcador en el arranque del segundo acto. El Barça es mucho Barça y siempre vuelve. Pero el Unicaja siguió muy intenso en defensa, embarrando cada ataque blaugrana y aunque fue perdiendo eficacia en el tiro, le valió para mantenerse siempre con ventaja en el marcador. El partido entró en los últimos 120 segundos de la primera parte con los de Los Guindos 10 arriba, 38-28. Al descanso, 39-35 y todo por decidir.

La vuelta al "trabajo" fue muy dura. El equipo perdió la concentración en medio de un desconcertante concierto de pito de los árbitros. El Barça aprovechó el regalo para irse de 8, la máxima para ellos. El intercambio de canastas no permitió volver a ponerse por delante, aunque sí que mantuvo el partido muy vivo antes de los 10 minutos finales (57-61).

Vesely hizo mucho daño dentro. Los centímetros de las torres del Barça fueron un gran problema. El partido fue un toma y daca, con dos equipos entregados al espectáculo. "Muriendo" en cada defensa e "inventando" cosas en cada ataque. El Carpena enloqueció con los suyos. Siempre a remolque en ese tramo final, el equipo luchó y luchó para acabar muriendo en una orilla a la que Satoransky y compañía no le dejaron llegar (81-86).

La derrota no supone ningún contratiempo grave en el objetivo liguero. Es verdad que los rivales directos por esa cuarta-quinta plaza ganaron todos esta vez, pero el Unicaja mantiene un colchón importante sobre la novena plaza y el objetivo de jugar el play off por el título sigue al alcance de la mano y más que bien encaminado. Estar entre los 8 mejores al final la Fase Regular es el único reto. Todo lo que pase en la postemporada será seguir creciendo como equipo y como club.

La mejor noticia de la derrota contra los culés es que no hubo ningún percance físico. Y eso es muy importante pensando en lo del martes en Atenas, en esa final europea rumbo a amarrar el "factor campo" en el play off de cuartos de final de la BCL.

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