Unicaja-Joventut: Que pase el siguiente (100-83)

"Sí, sí, sí, la "semi" ya está aquí". Sin dudas. Sin sobresaltos. Sufriendo lo justo. El Unicaja no falló en su estreno en la Copa de Gran Canaria. Al contrario, exhibió su cara más amable en un duelo de cuartos de final contra el Joventut que le coloca ya, como mínimo, entre los 4 mejores equipos de esta cita copera de 2025.

El primer sorbo de la Copa no se le atragantó a un Unicaja que en el primer tiempo supo sobrevivir al festival de triples del rival y que en la segunda parte sacó a relucir todo su arsenal de opciones tácticas atrás y delante para dejar sin opción ni mínima de sorpresa al Joventut.

Era un día clave. No valía otra cosa que no fuera la victoria. Así lo entendieron desde el minuto 1 los chicos de Ibon Navarro, que se ven con opciones de liarla y lo van a volver a intentar el sábado... y ojalá que también el domingo. Tiempo al tiempo.

Buena puesta en escena

El Unicaja entró en el partido con personalidad. Trabajó el rebote, defendió, corrió cuando pudo y, aunque no estuvo acertado en los tiros de fuera, se puso rápido con 7 puntos de ventaja, 12-5. Dani Miret paró el partido y metió en el campo a Tomic. Fue Dekker, sin embargo, el que salió al rescate de los suyos, con 5 puntos seguidos. El Unicaja aguantó y alcanzó el primer parón con 21-16. No entraban los triples, pero se dominaba la lucha bajo los tableros.

El Joventut sí que acertó desde la línea de 6.75. Dotson, Dekker y Robertson empezaron a enchufar y el partido dio la vuelta, 30-32. A base de triples, el Joventut creció y el Unicaja sufrió. Buenos minutos en esa fase del partido de un Tyson Pérez muy metido y muy acertado. Tomic puso la máxima, 35-40 en el esprint final del segundo cuarto. La tercera falta personal de Dotson fue un alivio y el triple siguiente de Osetkowski, gasolina para el Unicaja. Al descanso, todo equilibrado, 42-42.

Segunda parte

Kalinoski recibió la segunda parte con un triplazo para soñar con un giro de guion en el tiro exterior. El Unicaja apretó, defendió, corrió y con un 7-0 puso un 49-42 en el marcador muy interesante. Estuvo muy bien el equipo en esos minutos, sobre todo atrás. Solo Dekker aguantaba a los suyos. Miret tuvo que parar el partido con un +9 para el Unicaja y con el Gran Canaria cantando a pleno pulmón el himno del Unicaja (56-47). Un triple de Barreiro elevó la renta a 10. El Joventut apostó por "pequeños" para frenar la sangría, pero el Unicaja había activado ya el rodillo. El partido entró en el último cuarto con 73-61 y buena parte del trabajo hecho.

Siguió el Unicaja serio y concentrado. Hasta 19 arriba se colocaron los de Ibon Navarro, ya en los últimos 8 minutos de partido. El 80-61 fue el anuncio de final anticipado para felicidad de una grada entregada a su equipo. La Penya buscó en la línea de 3, ya de forma desesperada, tratar de que la diferencia no fuera a más. Fue ya un quiero y no puedo entre un equipo derrotado y otro que solo pensaba ya en la semifinal que está por venir y en quién iba a pagar las pizzas del punto 100. Y el "paganini" es... Dylan Osetkowski. Al final, 100-83. Objetivo cumplido.

Hay que estar felices y disfrutar el momento. El reto es ser el mejor de los 8 equipos de esta competición durante 120 minutos. Ya solo quedan 80 más para llegar a la meta. El sábado, más.