Jugador cedido

Mario Saint-Supéry vuelve a su casa

El jugador del Unicaja, ahora cedido en el BAXI Manresa, jugará este domingo por primera vez como rival en el Carpena

Saint-Supéry viene de debutar en Copa y sumar minutos con la selección.

Saint-Supéry viene de debutar en Copa y sumar minutos con la selección. / ACBPhoto

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

El Unicaja y la ‘marea verde’ viven este domingo un partido muy especial. Hablamos de la jornada 21 de la Liga Endesa, pero todo parece orbitar aún sobre la Copa del Rey: presentación del título de campeones a la afición, descenso de la banderola y ovación de gala para una plantilla que ya es historia de Los Guindos. Pues en el otro equipo, vestido de otro color, aunque en la final de Gran Canaria se enfundara una bandera verde, estará el hijo pródigo: Mario Saint-Supéry.  

Contrato hasta 2028

El malagueño, con contrato en el Unicaja hasta 2028 y ahora cedido en el BAXI Manresa, vive el que será el partido más emocionante de la temporada. Es cierto que el equipo y el jugador ya se cruzaron en noviembre en el Nou Congost, con aquella derrota bochornosa por 40 puntos, pero al ‘Principito’ le toca vivir este domingo cómo se juega por primera vez en el Martín Carpena como rival. 

Mario Saint-Supéry, esta temporada en el BAXI Manresa.

Mario Saint-Supéry, esta temporada en el BAXI Manresa. / ACBPhoto

Saint-Supéry se despidió en enero de 2024 del Palacio. Fue en ese momento cuando comenzó a volar para volver en el futuro siendo un jugador de plenas garantías. No necesitó ni siquiera dos semanas para deslumbrar en el Tizona de Burgos de Primera FEB, luchó en la Final Four por el ascenso y nadie dudó en que su lugar debía estar en la Liga Endesa. El BAXI Manresa de Diego Ocampo, por proyecto y por el entrenador, fue la elección definitiva y la cesión ya tiene infinidad de razones para justificar su éxito. 

De ‘niño’ a realidad

En una competición en la que cada vez es menos habitual ver a jugadores españoles y aún peor si tienen menos de 20 años, el base malagueño ha conseguido hacerse un hueco. No lo tuvo fácil al principio. Pese a superar las expectativas durante la pretemporada, la ACB no le dio una bienvenida plácida. Ejemplo fue aquel partido contra el Unicaja, excedido en el uso de las faltas y con algunos problemas en defensa.

Era cuestión de semanas, cuestión de asentar el trabajo y adaptarse a la dureza de la liga doméstica más dura solo por detrás de la NBA. Y no tardó prácticamente nada. 13 puntos para 17 de valoración, casi perfecto en el tiro, contra el Covirán Granada. A la semana siguiente, cita contra La Laguna Tenerife: 15 puntos, 3 rebotes y 24 de valoración. No tuvo un partido sencillo frente al Barça, pero Saint-Supéry ya era una realidad en la ACB: 17 puntos contra el Leyma Coruña, 20 frente al MoraBanc Andorra, 17 en la pista del Surne Bilbao Basket y 18 ante el Baskonia. El mejor del equipo durante muchas semanas. 

Habrá quien no haya podido seguir desde Málaga todos los pasos que la joya de Los Guindos ha ido dando en los últimos meses. Este febrero, en Gran Canaria, por ejemplo, debutó en Copa, a pesar de estar en su palmarés el título de Badalona de 2023. Además, es una figura que se consagra poco a poco entre la nueva camada de jóvenes que llega a la selección española de Sergio Scariolo. Por lo que no llega el niño que se fue, sino que lo hace ya en modo profesional. 

¿Futuro inmediato en Málaga?

La pregunta que ya se hace toda la ‘marea verde’ es clara, incluso escribiendo el final del mes de febrero: ¿tiene hueco Mario Saint-Supéry la próxima temporada en la plantilla del Unicaja? Opiniones hay tantas como posibilidades. Realidades parece haber algunas menos, por lo que será una decisión que se tome durante el próximo verano, cuando el de Rincón de la Victoria ya haya tenido su primera temporada en la Liga Endesa al completo.

Hasta entonces, queda mucho camino por recorrer. Antes, toca recibir este domingo al hijo pródigo. Seguro que el Martín Carpena le recibe con una inmensa ovación, al igual que él estará muy emocionado al ver la fiesta de campeón de «su» equipo. Lo que digan después los 40 minutos de baloncesto será otro capítulo.

Tracking Pixel Contents