Basketball Champions League

El Unicaja celebra con la afición su reinado en Europa

El campeón de la BCL superó su particular odisea para llegar a Málaga y compartir con la 'marea verde', concentrada en el Santuario de la Victoria, el nuevo título continental en una fiesta discreta y con ofrenda a la Patrona

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Después de alguna visita inesperada por Grecia al Partenón, problemas con el avión desde Barcelona, atrasos e infinitas carreras, el Unicaja y el título de la Basketball Champions League ya está en Málaga. Habría que preguntarle a Ibon Navarro si fue más difícil derrotar al Galatasaray y al AEK en la Final Four o aterrizar en casa, pero todos los esfuerzos acabaron en un punto común: el reencuentro de los campeones con la ‘marea verde’ para celebrar la reconquista europea. 

Y eso que no fue una fiesta ‘tradicional’ -la tercera desde septiembre-. El punto en el que estamos de la temporada, con el play off de la Liga Endesa en escasos 20 días, y la ausencia de Francisco de la Torre en la ciudad recortaron el número de paradas institucionales. Ni siquiera hubo autobús el autobús descapotable. Todo lo que ocurriera se iba a vivir en el Santuario de la Victoria, ya con la Patrona de vuelta a su basílica, y fue en ese gran escenario de la explanada donde quedaron todas las promesas por cumplir.

Celebración del título, en imágenes

Alberto Díaz muestra en el aeropuerto el título de la BCL. / Álex Zea

Regreso accidentado

La llegada ya fue accidentada de primera. El Unicaja no viajó en un chárter como había sido habitual en las últimas competiciones, sino que lo hizo en un vuelo regular y ahí dio comienzo el carrusel de problemas técnicos. Tampoco era un traslado directo el de Atenas-Málaga, sino que Barcelona ejerció como punto de escala. Pues la Ciudad Condal quiso tanto a los campeones que se los quedó durante más tiempo del programado en un inicio. Eso y que el avión dio algún dolor de cabeza.

Si bien la llegada estaba pronosticada para las 16.35 horas, el vuelo no aterrizó en la Costa del Sol hasta dos horas más tarde con un claro protagonista: el título de la Basketball Champions League. No fue de esos regresos a altas horas de la madrugada con el éxtasis desbordado en el aeropuerto, sino que algo más relajado y con la 'marea verde' centrada en un solo punto. Poco a poco fueron saliendo los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos de club a los que esperaban algunos pocos aficionados.

El Unicaja tuvo una visita privada a la Fundación Bancaria.

El Unicaja tuvo una visita privada a la Fundación Bancaria. / La Opinión

Visita privada a la Fundación Unicaja

Y ahí empezaban las carreras porque no había ningún segundo que perder. Lo que sí mantuvo su tradición fue la Fundación Bancaria como primer lugar marcado, pero con una visita de carácter privado sin público ni medios. Allí estuvieron presentes el presidente de la Fundación Unicaja, José M. Domínguez; el CEO de Unicaja, Isidro Rubiales; el consejero de Turismo y Andalucía Global de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal; el director general de la Fundación Unicaja, Sergio Corral, y el presidente del Unicaja Baloncesto, Antonio Jesús López Nieto.

No fue especialmente extenso. Allí mantuvieron un pequeño coloquio porque tocaba volver a correr para coger el autobús del club y citarse con la afición en el Santuario de la Victoria, donde esperaban varios centenares de personas. Al menos, Los Mihitas aprovecharon ese tiempo para enseñar el nuevo cántico que se han traído de Atenas y que tanto ha gustado en la plantilla y en el cuerpo técnico.

La ofrenda y la promesa

Pues una vez llegaron, se desató la locura entre los aficionados, especialmente con los niños pequeños que gritaban los nombres de los jugadores y el de Alberto Díaz, que portaba el título. Se dirigieron al interior de la basílica y allí le presentaron a Santa María de la Victoria tanto la Basketball Champions League como también la Copa del Rey, ya que la Patrona estaba entonces de peregrinación por algunas iglesias de la ciudad.

No obstante, el éxtasis llegó una vez cogieron el micrófono los grandes protagonistas. No hubo grandes mensajes, tampoco novedosos. Simplemente, el recuerdo de "disfrutar cada cosa de estas como si no volviera a pasar, aunque intentaremos hacerlo pronto. Sed felices y disfrutad con esto", recordó Ibon Navarro. Los jugadores, los que ganan en la pista, lo tenían claro: "A por la Liga". Así terminó cada intervención y así quieren que termine la temporada dentro de mes y medio.

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