Antes de que el Despacito de Luis Fonsi y Daddy Yankee arrasara con todos los récords habidos y por haber, la gran canción masiva latina de los últimos años era, sin duda, La gozadera, de los cubanos Gente de Zona y Marc Anthony. Pero a Alexander Delgado y Randy Malcom no les van mal las cosas, ni mucho menos. Lo demostrarán hoy en la plaza de toros de Estepona. La cosa empezará por la tarde, y es que previamente al concierto de Gente de Zona, tendrá lugar la presentación oficial en España del cantante Louie D y los DJs Javi Ramírez y Kike Rodríguez calentarán el ambiente.

Gente de Zona se formaron en 2010 pero no fue hasta el año 2014 cuando el nombre de esta pareja de caribeños saltó a las primeras planas. Y fue gracias a Bailando, su canción con Enrique Iglesias, récord por 41 semanas consecutivas en el primer sitio del rango de Hot Latin Songs en América Litina y Estados Unidos. La fórmula se repitió en la citada La gozadera (2015) y Traidora (2016), con Marc Anthony, y hace unas semanas afinaron con Jennifer Lopez en Ni tú ni yo. «Siempre soñamos en lograr este éxito y estamos contentos. Ha sido mucho sacrificio, hemos llegado a donde sonamos, pero aun nos falta más porque en esta carrera, uno no puede cerrar los ojos», aseguran. Al tiempo que dejan clara cuál es siempre el objetivo declarado de su trabajo: «Alegrar la vida a las personas que tienen problemas».

«Nuestro concepto musical tiene sus raíces en la rumba, el son, el songo y la timba, que fusionamos con el reggaetón: esa fusión se llama timbatón/cubatón». Así definen los cubanos su propio estilo, que recuerda también al lamentablemente olvidado El General, que ellos, saludablemente, sí recuerdan: «Nos hemos olvidado del General, cantante de mucha imaginación rítmica, pionero en la fusión del reggae con el merengue y otras cadencias caribeñas. Él fue el iniciador de todo esto: no olvidemos el éxito Muévelo de 1992 que puso a bailar a todo el mundo», declararon en Cuba Encuentro. Alexander y Randy cultivan el reggaeton, sí, pero lo hacen de una manera, dicen, «inocente»: «Abundan los textos misóginos con una carga sexual muy vulgar y, a veces, sin sentido. Pero no pretendamos que una composición bailable suscriba letras de un profundo contenido poético. Debe imponerse la picardía, el doble sentido, el humor: eso intentamos hacer».

Lo cierto es que estos cubanos (a los que, por cierto, no se les hace demasiado caso en su isla: ya se sabe que allí el reggaeton es una música absolutamente repudiada, con enemigos declarados como Pablo Milanés) se atreven con todo. Aún se recuerda su colaboración con Los Del Río para Más Macarena, que llevó a una gira a principios de este año del par de dúos. ¿Quién sabe qué será lo próximos de este atrevidos discípulos de El General