Entre el senderismo de montaña y la escalada, se encuentran estos itinerarios a rincones de difícil acceso en la naturaleza, resguardados de las masas y de miradas oportunistas. Perfectas para escaladores inexpertos que quieran disfrutar de la montaña pero prohibidas para el que sufre de vértigo. Aunque la ruta se haga casi siempre tras los pasos de un guía especializado, bajo la máxima seguridad y apoyado en pasamanos, cadenas, tirolinas, grapas y puentes colgantes, entre otros artilugios, que allanan el camino, la altura y el vacío están ahí.

La temporada ideal para recorrerlas depende del clima y de su orientación, no se deben hacer en invierno, porque resbalan, o con tormenta por el riesgo de que sus instalaciones metálicas atraigan los rayos. Tampoco son aconsejables en verano si están orientadas al sur y les da el sol directo.

Las ferratas nacieron en los Dolomitas, las montañas rosas en Italia. Durante la I Guerra Mundial, italianos y austriacos instalaron escaleras en sus paredes para poder atravesarlas. Catalogadas como "turismo de sensaciones", no son sin embargo para todos. Están divididas en cinco niveles de dificultad y, aunque no es obligatorio contratar un guía, sí se recomienda a quienes están poco familiarizados con la altura. De más fácil a más difícil, estas son algunas en España:

La no tan fácil ferrata de La Trona (Tarragona)

Unos 30 minutos de vía. Corta pero intensa, fácil y con historia, pues está localizada cerca de una cueva empleada como hospital carlista durante la Guerra Civil. Situada a dos kilómetros escasos del pueblo abandonado de La Mussara, a 20 kilómetros de Vilaplana, en Tarragona. Resulta muy sencilla, pero cuenta con un rápel, que hay que descender en vertical con una cuerda de unos 20 metros. Una vez superado, se llega a un puente de tres metros. Por lo tanto, tan fácil no es.

Orientada al suroeste, es cálida en invierno y muy calurosa en verano. "El recorrido resulta impresionante y la sensación de altura junto con las vistas hacen de esta jornada un día muy especial", cuentan desde Mountain Travel Bcn.

Ficha técnica:

La Hermida de Peñarrubia, en los Picos de Europa (Cantabria)

Frente al Balneario de La Hermida, se encuentra la ferrata del mismo nombre, situada en la N-621, a 13 kilómetros de Panes, 18 de Potes y 26 de San Vicente de la Barquera. A una hora de Santander, desde donde salen tres autobuses diarios.

Esta vía ferrata es la primera de los Picos de Europa y la de mayor longitud de España, con un recorrido cercano a los seis kilómetros. El entorno está dotado de acogedores alojamientos rurales y algún pequeño hotel donde descansar tras un trayecto que se hace en unas tres o cuatro horas.

Ficha técnica:

Nivel experto: Desfiladero de los Beyos (entre Asturias y León)

Lindante entre Asturias y León, también es conocido como ferrata de Vidosa, en relación al nombre del parque de aventuras que la alberga y que ofrece varios itinerarios de vías ferratas de diferentes dificultades: verde, azul, rojo y negro, por orden de dificultad. Con independencia de cuál se elija, siempre es posible bajar por las tirolinas. La distancia al río es de cien metros.

Esta vía tiene una longitud de 480 metros, si bien solo 200 son nuevos, ya que el resto pertenece a otras dos vías ferratas. En función del recorrido elegido, el trayecto durará entre tres y cuatro horas. La dificultad estriba en la verticalidad del recorrido, que supera un muro rojizo con varios techos.

Ficha técnica: