Que Málaga esté entre los destinos preferidos de viajeros de todo el mundo no es por casualidad. Se trata de una ciudad encantadora y un destino turístico que nunca defrauda porque tiene tantas facetas que ofrecer que siempre habrá una para cada viajero. Con una treintena de museos, además de galerías y muestras de street art, Málaga se ha consolidado como un referente para los amantes del arte y la cultura a nivel internacional, pero también tiene una cara tradicional y marinera, un patrimonio cultural de primer orden, un centro histórico de singular belleza, una exquisita gastronomía y una magnífica oferta comercial de todo tipo para disfrutar de una gratificante jornada de ocio y compras.

Este verano a todas luces atípico nos brinda una oportunidad de disfrutar de la ciudad desde otra perspectiva, con menos afluencia de turistas, la belleza de sus rincones, de sus monumentos, de su arquitectura y de sus establecimientos es todavía más visible y apetecible. Por eso, para sumergirnos a fondo en el alma de la ciudad y todo lo que tiene que ofrecer, Cabify ha impulsado una guía en la que, a los referentes monumentales y los lugares que no deben dejar de visitarse, propone sumar una lista de comercios, tiendas, restaurantes y tabernas imprescindibles. Direcciones que conviene no dejar pasar. La compañía española de movilidad Cabify ha puesto en marcha esta campaña para promocionar los negocios locales de la ciudad entre turistas y ciudadanos locales. "Tras un periodo tan complicado como el que hemos pasado, consideramos que es el momento de ayudar a reactivar el comercio de proximidad, uno de los pilares fundamentales para la economía local", explica Mariano Silveyra, vicepresidente de Asuntos Públicos de Cabify.

Historia, patrimonio y las mejores fotos

Este es, por ejemplo, el momento perfecto para planear una mañana monumental, recorriendo el centro histórico y sus principales hitos. Un itinerario también muy recomendable para los propios malagueños porque les brinda la oportunidad de apreciar, con renovada mirada, los rincones y tesoros de su ciudad. Un buen punto de partida es la Catedral Nuestra Señora de la Encarnación, de estilo renacentista, referente arquitectónico de la silueta malagueña y a su Museo Catedralicio. Frente a la Catedral, la plaza del Obispo y el Palacio Episcopal, bellísimo ejemplo de la arquitectura barroca malagueña. Por la calle Císter, a la espalda de la Catedral, desembocamos en la calle Alcazabilla donde se encuentra las siguientes paradas de la ruta: El Teatro Romano y la Alcazaba que, construida entre los siglos XI y XIV, fue el palacio fortaleza de los gobernantes musulmanes. Está emplazada a las faldas del monte de Gibralfaro al que se puede llegar por un empinado pasillo de monte. El esfuerzo merecerá la pena, porque desde sus miradores podremos contemplar las mejores vistas de Málaga caer rendidos de amor por esta ciudad.

A estas alturas de la jornada, es hora ya de hacer un alto en el camino en alguno de los innumerables establecimientos y terrazas que encontraremos en el centro histórico de Málaga. Entre todos ellos destacamos dos direcciones imprescindibles que conviene tener bien presentes si queremos degustar el sabor de la mejor cocina y tomarle el pulso al alma y al carácter cien por cien malagueño. Uno es Bar Colmado 93 , un bar/ultramarinos costumbrista donde degustar una amplia gama de productos (que también te puedes llevar). Calidad en conservas, encurtidos, chacinas (jamón al corte), quesos, salazones, aceites, vinos, vermús...

El otro es Viznaga, que abrió sus puertas hace justamente un año, renovando el ambiente de la conocida Plaza Mitjana, y ya se ha destacado como el local de referencia en el centro de Málaga para el tapeo y tomar algo después de comer o cenar. Con una gran oferta al estilo taberna pero modernamente renovada, su apuesta por la música en directo con destacados grupos malagueños le hacen ser el principal lugar de encuentro en el centro de la capital de la Costa del Sol.

Rincones con más encanto que nunca

Después de reponer fuerzas, proponemos tomarle el pulso a la ciudad recorriendo la célebre calle Larios, que puede presumir de ser una de las calles comerciales más bonitas de España. Entre tienda y tienda, el viajero hará muy bien en alzar la vista para pasmarse con la elegancia decimonónica de su arquitectura. Realizando las pertinentes paradas en sus comercios (moda, accesorios, perfumería y cosmética, joyerías, heladerías...) llegaremos hasta la plaza de la Constitución, centro neurálgico de la vida malagueña. Allí, junto a la hermosa fachada del Ateneo, nos topamos con una tienda en la que será imposible resistirse a entrar porque ha sabido aunar tradición, artesanía y modernidad. En Ten to Nine encontraremos moda y accesorios de colores alegres y materiales naturales: un capazo de mimbre artesanal, estilosos bolsos hechos con hojas de palma, sombreros de paja hechos a mano, piezas de cuero, prendas de algodón y gargantillas, collares, pendientes o pulseras que son piezas únicas fabricadas con piedras naturales.

Pocos pasos nos separan del célebre pasaje de Chinitas, un callejón recoleto lleno de encanto e historia porque en él se ubicó hasta 1937 el Café de Chinitas que hizo famoso García Lorca en uno de sus poemas: "En el café de Chinitas dijo Paquiro a su hermano: soy más valiente que tú, más torero y más gitano". Sin salir del centro, y a solo un paseo de distancia, llegaremos a la Plaza de la Merced, una de las más bonitas de Málaga, donde dio sus primeros pasos un niño llamado Pablo Ruiz Picasso, cuya Casa Natal puede visitarse.

Arte, vanguardia y Mediterráneo

En el apartado de museos hay mucho y bueno para elegir, y el aforo limitado obligado por las circunstancias ofrece la oportunidad de disfrutar cara a cara y en "petit comité" del arte con mayúsculas. Sin duda no debemos dejar de visitar el Museo Picasso que hace un recorrido a través de 80 años de trabajo del pintor y, a lo largo de más de 200 obras deja constancia de cómo rompió con todos los preceptos establecidos. El Palacio de Villalón, en pleno centro de la ciudad, alberga el Museo Carmen Thyssen, con la muestra de pintura andaluza del siglo XIX más completa que existe. Otro referente es el Centre Pompidou, que invita a sus visitantes a recorrer el arte de los siglos XX y XXI, a través de la obra de artistas como Francis Bacon, Marc Chagall, Alberto Giacometti, Frida Kahlo, René Magritte...

El edificio de El Cubo del Pompidou se ha convertido en el emblema de la nueva estética del Puerto de Málaga, y la excusa perfecta para acercarse hasta el Muelle Uno, la zona de moda de la ciudad. Un lugar idílico, por cierto, para dar un romántico paseo al atardecer, admirar la silueta de la ciudad y para darse un capricho en las decenas de tiendas que jalonan el paseo. Poner el pie, por ejemplo, en La Maison du Savon de Marseille supone trasladarse, como por arte de magia, desde Málaga a los campos de la Provenza, a través de los aromas y colores de su amplia selección de jabones, perfumados con más de 200 aromas naturales a base de manteca de karité y aceite de argán. Los jabones como eran tradicionalmente, con todas sus propiedades y amables con el medio ambiente. Una auténtico placer para los amantes de la cosmética natural.

Playa y tapeo

Es impensable para cualquier visitante dejar Málaga sin poner un pie en la playa o enamorarse del Mediterráneo recorriendo el paseo marítimo, acercándose a la playa urbana de La Malagueta o llegando hasta las calas de Pedregalejo. Pedregalejo es un barrio de pescadores de las afueras de la ciudad. Una zona elegida los burgueses y gentes acaudaladas de los siglos XIX y principios del XX para construir sus residencias de verano. Hoy es un barrio concurrido y lleno de vida, perfecto para saciar el hambre y la sed. Hay infinidad de lugares donde recalar para saborear un excelente pescadito frito o el tradicional espeto de sardinas.

Recomendamos el Tití, una taberna diferente, ideal para comer, cenar, tomar café o disfrutar del flamenco. Su oferta gastronómica es amplia y para todos los gustos: presumen de preparar las mejores croquetas, salmorejo, carrillada, cambas al pil-pil, tartar de salchichón de Málaga, hamburguesitas de rabo de toro... Todo bien regadito con su vermú de barril de "La Axarquía" y los vinos de la casa. ¿Es o no es Málaga una ciudad deliciosa?