Siempre es divertido descubrir paisajes y tener experiencias inspiradoras para satisfacer nuestra sed aventurera. Recorrer los desiertos en España es una idea poco explotada y, en estos tiempos que corren, en los que se abren y se cierran fronteras, conviene apostar por el turismo nacional. Estos viajes nos permitirán disfrutar de paisajes inspiradores que difícilmente podríamos imaginar que se encuentran en nuestro país.

Aragón

Aquellos que decidan buscar un desierto en el norte de España van a encontrar mucho que ver. En Aragón se encuentra el desierto de Los Monegros, en claro contraste con los paisajes frondosos del resto de esta comunidad autónoma. Se sitúa en el valle del Ebro, y es también el lugar de celebración del festival de música que lleva su nombre.

Por las características verdaderamente únicas de su ecosistema, se lleva años luchando para que se declare como Zona Protegida. Por ahora, este enclave no está oficialmente identificado como tal, pero eso no impide que su flora y su fauna sean exclusivas en toda Europa. El desierto de Los Monegros, en Aragón, es capaz de mostrar bellezas nunca vistas incluso por los viajeros más experimentados.

Navarra

Algo similar ocurre en la comunidad foral de Navarra, donde sorprende que, junto a los densos y boscosos valles del Baztán o el Roncal, por ejemplo, podamos toparnos con Las Bárdenas Reales. Es una zona muy rica en biodiversidad, semidesértica y con formas naturales de lo más impactantes producidas por la erosión a lo largo de millones de años. Las Bárdenas Reales imponen mucho, con su vasta infinidad y esa auténtica magia de la naturaleza que se materializa en las esculturas espontáneas que se levantan desde el suelo. Tanto es así que es Reserva de la Biosfera, la zona protegida se encuentra en la frontera entre Navarra y Aragón, limitando con trece municipios la primera y con tres la segunda.

Andalucía

Andalucía tiene ecosistemas de lo más singulares. En un solo territorio se pueden encontrar bosques espesos, extensas costas de gran belleza, impresionantes montañas y nada menos que tres desiertos. Así es: todo tipo de climas y paisajes coexisten en esta comunidad autónoma, aunque a menudo solo pensemos en sol y calor cuando nos referimos a ella. El más conocido a nivel turístico es el de Tabernas, en Almería; pero en cuanto a belleza, ni el que se sitúa en Granada ni el de Jaén se quedan atrás.

Las Tabernas. Oficialmente se considera como el único desierto de España y de Europa. No solo tiene un gran valor natural, sino también cultural, pues ha acogido el rodaje de importantes westerns como 'El bueno, el feo y el malo' o 'Por un puñado de dólares', especialmente en los años sesenta. Uno de los rodajes de cine más recientes que ha tenido lugar en él fue el de 'Éxodus', de Ridley Scott.

El Gorafe. El desierto del Gorafe está en una de las zonas más áridas del sur peninsular, en mitad de desniveles montañosos y tonos rojizos que embelesan al visitante. Todo ello es, en realidad, causado por sus suelos formados por arcilla parda. El hecho de que hace más de 100.000 años fuera una zona repleta de agua lo convierte, además, en un lugar ideal para encontrar fósiles.

La Larva. Por último, en Jaén está probablemente el desierto menos conocido de la comunidad autónoma, pero igual o más interesante que los anteriores. Se extiende a lo largo de casi 60.000 hectáreas, y deja paisajes espectaculares, con diferentes especies de matorrales, encinas o pinos. Sus temperaturas más bajas llegan a ser casi de 0 ºC.

Islas Canarias

Si nos vamos a la España insular, en las Islas Canarias encontramos sendos desiertos en dos lugares diferentes: Lanzarote y Fuerteventura. Se trata, respectivamente, de El Jable y el desierto de Jandía.

El Jable. Es el desierto más grande de Lanzarote —una zona ya desértica de por sí— que abarca diferentes comarcas. Su nombre procede de cómo llamaban a la arena los conquistadores franceses. Su riqueza en fauna es exquisita, con especies endémicas y peculiares como el alcaraván.

Jandía. Se trata de un Parque Natural, así catalogado desde 1987. Además de la maravillosa contraposición entre mar y desierto, sorprenden la amplia variedad de especies propias y los perfiles montañosos de la región. Este paisaje constituye un verdadero oasis.

En suma, visitar alguno de los desiertos en España nos permite sentir el poder de la naturaleza en estado puro. Allí descubriremos la verdadera tierra de contrastes que es nuestro país. Y es que siempre nos queda por ver un rincón cerca de casa que acaba sorprendiéndonos. ¡Estos lugares son buena prueba de ello!