La riqueza natural de Baleares y su amplia oferta de ocio han convertido a las islas en una de las destinaciones turísticas de preferencia a nivel europeo y mundial. Un logro que se ha conseguido, en parte, gracias al gran trabajo que se ha llevado a cabo desde las distintas administraciones en materia de promoción turística, así como la inversión por parte de las empresas privadas relacionadas con este sector para mejorar sus instalaciones y servicios. Sin embargo, las noticias que aparecen en distintos medios de comunicación cada año, relacionadas con comportamientos incívicos y accidentes, provocados principalmente por el exceso de consumo de alcohol y otras sustancias, podrían suponer un serio deterioro de la calidad turística de las islas y la consecuente pérdida de turistas e ingresos.
Para acabar con esta lacra que es el turismo de excesos, el Govern balear impulsó en 2020 un decreto ley que prohíbe, entre otras medidas, el ‘pub crawling’ o rutas etílicas, las barras libres, las ‘happy hours’ o cualquier tipo de publicidad que incentive el consumo de alcohol en las zonas de Calvià, Palma y Llucmajor, en Mallorca, y Sant Antoni, en Eivissa. Tampoco permite exhibir bebidas alcohólicas en las zonas que den al exterior de los comercios, ni su venta en máquinas expendedoras. Además, entre las 21.30 horas y las 8.00 horas, los comercios que vendan alcohol deberán permanecer cerrados.
Los hoteles y restaurantes que se encuentren las áreas de aplicación de este decreto no podrán ofrecer el servicio de ‘todo incluido’. Las consumiciones alcohólicas quedarán limitadas a tres unidades por persona y servicio de comida o cena. Por su parte, los locales de ocio solo podrán vender este tipo de bebidas de forma individual y al mismo precio que figura en su listado de precios.
Con el objetivo de evitar accidentes en alojamientos turísticos, el ‘balconing’ y cualquier otra práctica considerada peligrosa, como pasar de un balcón a otro, queda terminantemente prohibido y será motivo de expulsión inmediata del establecimiento. Es responsabilidad del propietario del alojamiento informar a sus huéspedes de estas prohibiciones, de forma expresa y de la que quede constancia.
La concesión de nuevas licencias para las conocidas ‘party boats’, cuya publicidad y comercialización está prohibida en las zonas de aplicación del decreto ley, quedó suspendida con la publicación del mismo, una limitación que se agotará el día 31 de diciembre de 2023, incluido.
El incumplimiento de cualquiera de las medidas que se recogen en el decreto ley contra el turismo de excesos supondrá una multa económica, que puede ir desde los 1.000 hasta los 600.000 euros en función de la gravedad de la infracción. Además de la multa, en el caso de infracciones muy graves, según las circunstancias en las que se haya producido la misma, se procederá también al cierre del local o establecimiento o a la prohibición de realizar la actividad durante un plazo máximo de tres años.
Además, desde 2019, el Govern balear, junto con la embajada y el consulado británico, trabajan para impulsar una imagen en el Reino Unido de las islas como destino seguro y de tolerancia cero contra los excesos. El pasado 5 mayo se presentó la cuarta edición de esta campaña, cuyo mensaje es ‘Stick with your mates’ (‘Permanece con tus amigos’), y que tiene como principal objetivo brindar a los jóvenes que visitan las islas consejos para disfrutar de unas vacaciones seguras y recordarles la normativa vigente contra el turismo de excesos. Este año, se reforzarán las actuaciones tanto en origen como en destino, para que los turistas lleguen a las islas conociendo las normas que deben respetar. Normas que tienen siempre como principal objetivo garantizar su seguridad y conseguir que Balears sea un destino turístico sostenible, responsable y de calidad.