Vuelve 'Dos hombres solos sin punto com ni ná', pero en una nueva versión, la 2.0, como la denominan sus creadores. «El público que venga va a ver la obra de antes pero con cosas nuevas», explica Manolo Medina, el creador y actor de este auténtico fenómeno de la comedia made in Andalucía: más de 17 años en cartel casi ininterrumpidamente. Ahora regresa pero, claro, no al Teatro Alameda, que tantas veces ha ocupado (está en obras para convertirse a partir de octubre en el Teatro del Soho de Antonio Banderas), sino a La Cochera Cabaret, del 4 al 28 de julio.

La cosa empezó «casi por casualidad», tal y como suele recordar Medina: «El espectáculo lo monté para unas 50 personas para realizarlo en pubs. Poco a poco empezaron a salir más locales, luego el circuito de café teatros para luego dar el salto a los teatros». Un show que tuvo dos inspiraciones particulares: «Yo tengo dos pilares en mi vida. Uno es un amigo de Jerez, Gonzalo, que tiene ocho hijos. Te lo puedes encontrar por su casa con una bata porque es muy amanerado, pero no es gay. Por otro lado está mi madre, una andaluza que tenía un salero natural. Ambos me hacían mucha gracia por lo que me basé en ellos. Un día comencé a escribir y a mezclar momentos que había vivido con ellos hasta que monté una parodia de 50 minutos», apunta Medina.

Función tras función, año tras año, 'Dos hombres solos sin punto com ni ná' ha creado una auténtica complicidad con un público que rara vez ve la obra sólo una vez. Para Manolo Medina (que se acompaña una vez más por Javier Vallespín, actor con el que comparte cartel en la obra desde hace más de 7 años), lo más importante, siempre, siempre, son ellos, los que pasan por taquilla: «Un día al salir en el antiguo Teatro Alameda me encontré con dos señoras que había estado en la sala y creí que a una de ellas le había sucedido algo. Me acerqué, le pregunté que qué le había pasado y me dijo que se había meado de risa. Para un cómico es muy significativo».

Nos reencontraremos con Manolo y Javier, que comparten piso en una ciudad cualquiera. No son para nada homosexuales, pero el rol de Javier, el que trae dinero a casa, y el excesivo amaneramiento de Manolo, que se ha criado con su madre, seis hermanas y un mayordomo homosexual, hacen que la gente hable de más. Es la sinopsis del espectáculo y el punto de partida de las carcajadas del público. Porque lo de 'Dos hombres solos sin punto com ni ná' es una cosa digna de estudio sociológico, como señaló un crítico hace un tiempo en el diario El País. Vayan este mes de julio a La Cochera Cabaret y podrán comprobar el porqué del revuelo.