Buenas noticias: este es el truco para ver las perseidas del meteorólogo Mario Picazo

Uno de los fenómenos más esperados año tras año del verano es la lluvia de estrellas conocida como Perseidas: un espectáculo natural donde el cielo nocturno (por lo menos en las zonas donde hay poca contaminación lumínica) se llena de cientos de preciosos destellos fugaces.

Este evento, conocido como Lágrimas de San Lorenzo, se produce cada año entre finales y mediados de agosto, aunque su pico se produce en una semana determinada que este año será en torno al 12 de agosto.

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En realidad, las Perseidas a nuestros ojos no son más que partículas de polvo y pequeños fragmentos de roca que se desprenden del cometa Swift-Tuttle: un cometa que se decubrió en 1862 y que atraviesa el sistema solar dejando a su paso una nube de escombros.

El truco de Mario Picazo para ver la lluvia de estrellas

Como cada año, alrededor de estas fechas, la Tierra atraviesa esa nube de partículas y la gravedad de la Tierra hace que los fragmentos se sientan atraídos hacia la atmósfera: momento en el que se incineran a causa de la fricción del aire, creando las bonitas estrellas fugaces que acostumbramos a ver desde la playa.

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Pese a todo, no siempre es fácil ver este evento en todo lo suyo: por culpa de la contaminación lumínica de algunas ciudades, no siempre se puede ver con nitidez. Además, la luna puede perjudicar a la visibilidad si es demasiado intensa durante algunas noches.

En este contexto, el meteorólogo Mario Picazo ha dado algunas recomendaciones para disfrutar las perseidas este año al máximo: según ha explicado, aunque la lluvia de estrellas será visible del 7 al 24 de agosto, el pico de actividad se concentrará entre el 11 y el 13, aunque el 12 será la fecha ideal para observarlas.

Picazo también ha destacado la importancia de elegir el lugar adecuado para la observación. Es esencial alejarse de las ciudades y buscar zonas sin contaminación lumínica, como la sierra de Gredos en Ávila, el Teide en Tenerife, los montes de León en Castilla y León, o el Parque Nacional de Monfragüe en Cáceres. Estos lugares ofrecen cielos oscuros y despejados, ideales para disfrutar de este fenómeno en su máxima expresión.

Además, el meteorólogo recomienda evitar el uso de dispositivos electrónicos y luces brillantes, ya que pueden afectar la adaptación de los ojos a la oscuridad