Algunos diseños, a fuerza de ser sencillos, logran ser mucho más expresivos que otros repletos de adornos y excesos. Es una contención estética y funcional que hace suya la declaración de principios del arquitecto suizo Peter Zumthor, ganador del Prizker en el 2009: "Que lo sencillo impacte", o la ya clásica de Van der Rohe: "Menos es más".

Las innovaciones técnicas y los nuevos materiales ayudan a esa reducción. Luminarias como la Nothing muestran el gran cambio formal que vive la iluminación. Este diseño no parece una lámpara y, sin embargo, cada centímetro de su estructura se aprovecha para iluminar. Es un ejemplo de cómo conseguir el máximo rendimiento con el mínimo material.

La filosofía zen inspira la línea de baño de Nendo para Bisazza, toda de madera de alerce, y de una desnudez extrema que, sin embargo, impacta por su belleza.

Otros diseños optan por una suerte de desmaterialización, como el sistema Floor 95, que toma lo esencial de un ropero y lo estiliza en un tubo continuo de acero, o los muebles transparentes de Kartell, que desde 1999 experimenta con el plástico para lograr muebles invisibles.