Este piso de Vigo, tras décadas de vida, necesitaba una reforma. Los propietarios confiaron el cambio y la decoración al equipo de Estudio If, formado por Fabiola Fernández y Belén Abelleira, que han trasladado a la vivienda los deseos de sus moradores. El objetivo era renovar una casa de estilo clásico que requería de más luz y espacio, además de una cocina y baños más estéticos y funcionales. El piso "de toda la vida" vuelve así a brillar adaptado a las necesidades de hoy.

El salón "se ha abierto a la luz eliminando el tabique que lo separaba de una pequeña terraza e integrando así todas las ventanas, vestidas con unos paquettos en tono crudo que tamizan la luz de una manera muy agradable", explica Fabiola

Fernández.

Las sillas del comedor, el aparador y la vitrina se lacaron en blanco roto y la sillería se coordina con unos grandes cojines para las butacas y el tresillo, que se mantienen con la tapicería original, confeccionada y restaurada por Antonio Rosales, al igual que las alfombras y el resto de tejidos de la casa. El papel de Coordonne con fibras naturales proporciona un toque elegante en la zona de comedor.

La cocina, antes oscura, experimentó un cambio radical en su aspecto y distribución al ganar metros y luz tras unir el espacio del antiguo lavadero. El mobiliario es de Santos, con encimera de Silestone y papel de 3 Tintas en tonos plata y blanco que ayuda a incrementar la sensación de amplitud y luminosidad. La campana en isla –una de las ilusiones de la propietaria– se soluciona con un falso techo para poder desplazar la salida de gases, que crea a su vez una agradable sensación de dos alturas.

El dormitorio principal conserva su mobiliario original, con una butaca retapizada y alfombras renovadas. Los baños ganan espacio tras cambiar las bañeras por platos de ducha, con un mueble a medida en el de la alcoba y un diseño original en el juvenil.