Uno de los muchos factores a la hora de conseguir un sueño reparador es el tema del colchón. A menudo se descansa mal, y sabiendo que un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo, resulta bastante ilógico no darle la importancia que se merece. En muchas ocasiones no se tiene consciencia de que se duerme mal. La costumbre es uno de los problemas de no dormir bien.

El cuerpo se acostumbra a la rutina de no descansar como se debería, y uno no se da cuenta hasta que se tumba en un colchón realmente bueno, adaptado a sus características.

El mal descanso provoca dolores musculares y mal humor

Muchas de las causas del malestar físico, sobretodo en espalda y cervicales, y en consecuencia la irritación, la somnolencia y el mal humor hacia el prójimo se originan precisamente por la falta de un descanso óptimo. Por ello, hay que prestar más atención a la toma de decisiones a la hora de escoger un colchón, no se puede escoger uno al azar sin antes haber comprobado que este cumple con todas las funciones que el cuerpo requiere.

Es importante cambiar el colchón

El colchón envejece, pierde su forma, se hunde y con ello pierde su eficacia. Además, también se cambia por cuestiones de higiene y por motivos como pueden ser problemas alérgicos o simplemente porque la persona requiere otras características totalmente diferentes a las que en principio necesitaba. No es lo mismo escoger un colchón con una edad, un peso o una estatura que otra, y las costumbres también cambian.

Es por ello que conviene cambiar el colchón un máximo de cada ?? años, ya que obviamente no cumplirá la función como lo hacía en un principio.

Claves para escoger un colchón

Las características físicas de la persona así como la propia postura al dormir son determinantes para lograr la adquisición de un buen colchón adaptado a la persona. Asimismo la musculatura debe tener el confort necesario para recuperarse de los esfuerzos acumulados durante el día y la temperatura debe ser la óptima ya que demasiado frío o demasiado calor provocan que no se tenga un descanso de calidad.

El descanso según edades

Existen tres edades diferenciadas en las que las necesidades a la hora de descansar no son las mismas. Durante la edad juvenil es más conveniente un colchón duro, ya que la espalda y la musculatura están en proceso de crecimiento y un colchón muy blando puede perjudicar seriamente esta etapa.

En la edad adulta un colchón de firmeza intermedia es lo más aconsejable. Para camas de matrimonio se recomienda que cada persona pueda elegir su zona de descanso más o menos firme en función de sus características. En ocasiones ocurre que el peso de una persona con más peso arrastra a la otra y le impide descansar.

Para una persona de edad más avanzada se recomiendan equipos de descanso que aporten el máximo confort para que la calidad de descanso sea la más alta posible.

Se aconseja el uso de camas articuladas que se pueden elevar y que permiten mejorar la respiración

y la circulación sanguínea en las piernas.