En las fiestas navideñas, y especialmente en la de Nochevieja, un elemento aparece para aumentar la diversión... y también para hacer más difícil la limpieza del día siguiente. Se trata del ansiado cotillón, esa bolsita llena de elementos de colores, formas y sorpresas que no puede faltar para dar la bienvenida al año nuevo.

Si vas a una fiesta de Nochevieja en un bar, es posible que debas pugnar por llegar entre los primeros para tener acceso a uno. Pero si lo celebras por tu cuenta, o si no quieres depender de que queden cotillones disponibles, puedes fabricarlos tú mismo de la forma más sencilla posible.

La pregunta que te rondará si has decidido que vas a ser de los que hacen su propia bolsa de cotillón es: ¿qué le añado? La respuesta es muy sencilla y lo hay que comprar se encuentra muy fácilmente, por ejemplo en las famosas tiendas de 'todo a cien' o en las tiendas asiáticas. Si se quiere añadir algo especial, habrá que recurrir a tiendas más específicas.

Ejemplo de cotillón. Shutterstock

Para hacer un cotillón clásico, esto es lo que hay que meter en la bolsa: algún elemento decorativo para la cabeza, como un sombrero tipo cono, algún collar para el cuello, un antifaz, matasuegras y confeti. Estos son los imprescindibles.

Colores vistosos, dorados, plateados y, en general, 'brilli brilli' deben reinar en la bolsa de cotillón de Nochevieja. Este será el pack que encuentres en cualquier pub al que vayas.

Si prefieres innovar o hacer algo más especializado, incluso tu propia manualidad, puedes crear los sombreros añadiendo el año o añadir unas gafas con motivos del año nuevo. También puede usar diademas u otros tipos de sombrero, como por ejemplo de copa.

Si vas a tomarte las uvas y dudas de si podrás conseguirlas in situ o no, también puedes añadir un paquete. Y si no te gustan, siempre puedes echar unas de gominola.