Leonor Muñoz Pastrana : «El reto de los próximos 30 años es la rehabilitación residencial»

La presidenta del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Málaga, Leonor Muñoz Pastrana, asegura que los fondos europeos «van a facilitar a comunidades y familias la realización de obras de reforma» para mejorar habitabilidad, confort y ahorro energético

¿Está influyendo de alguna manera el Covid-19 en el ámbito de la construcción?

El confinamiento y la eclosión del teletrabajo derivados de la pandemia han hecho que pasemos mucho más tiempo en casa, lo que ha sacado a relucir carencias y necesidades existentes en nuestros espacios de vida. Este uso intensivo de la vivienda ha subrayado la importancia de invertir en el mantenimiento y mejora del lugar donde, al fin y al cabo, pasamos la mayor parte del día, y nos ha llevado a plantearnos la necesidad de reacondicionar y redistribuir espacios, optimizar el aislamiento térmico y acústico, mejorar la ventilación y la calidad del aire interior, o la iluminación, entre otros, además de modernizarlos estéticamente y hacerlos más agradables a nuestra percepción.

¿Cuál sería el diagnóstico general de nuestras viviendas?

Salvando las nuevas construcciones, proyectadas con posterioridad a la aparición del Código Técnico de la Edificación (CTE) en 2006, en general, las viviendas españolas están mal aisladas, mal insonorizadas, mal ventiladas y mal iluminadas. Tenemos un parque inmobiliario antiguo, ineficiente energéticamente, y se calcula que más de 9 millones de viviendas, la mitad aproximada del total edificado, necesitan una reforma urgente. Nuestros edificios consumen el 40% de la energía total y emiten el 39% del CO2 a la atmósfera, lo que demuestra la necesidad de avanzar hacia un modelo más sostenible energéticamente. Otro aspecto importante sobre el que actuar es el de la accesibilidad universal, un concepto no solo aplicable para personas con discapacidad, en comunidades de vecinos y edificios públicos, sino también en nuestro entorno privado, con el fin de facilitar la movilidad en casa, por ejemplo, de nuestros mayores.

No todo el mundo puede asumir el coste de una reforma.

No hay que enfocarlo como un gasto, sino como una inversión, que además es rentable. Tras una rehabilitación, integral o energética, nuestro inmueble se revaloriza y nos permite ahorrar. A ello hay que sumar, además, los incentivos públicos. En este sentido, los fondos europeos dirigidos a la reactivación del sector son una oportunidad, pues van a facilitar, tanto a comunidades de propietarios como a familias, la realización de obras de reforma que les permitan mejorar la habitabilidad y el confort de sus viviendas, beneficiándose además de un importante ahorro en la factura eléctrica gracias a la rehabilitación energética.

¿Qué puede aportar la Arquitectura Técnica en este contexto?

Como en toda actuación que afecte a nuestra vivienda, es importante contar con el asesoramiento técnico de un profesional cualificado, como puede ser un aparejador, arquitecto técnico o ingeniero de edificación colegiado. Desde la profesión queremos poner a disposición de la sociedad todos nuestros recursos y capacidades para lograr este gran reto. Nuestro Consejo General ha desarrollado interesantes iniciativas como la Calculadora Energética, la Guía para un edificio saludable y el Informe sobre la Rehabilitación Energética, entre otras (todas ellas están disponibles en www.cgate.es). Por su parte, los Colegios coordinamos programas de formación avanzada en nuevas tecnologías y sistemas, para que los arquitectos técnicos, que por su formación académica son ya los profesionales idóneos para convertirse en gestores, asesores y directores de estas rehabilitaciones, presten el mejor servicio técnico posible.

¿Hay muchas expectativas depositadas en la rehabilitación?

El Plan Nacional de Energía y Clima, propone aumentar el número de viviendas rehabilitadas, de las 30.000 actuales, hasta las 300.000 viviendas al año en el 2030, manteniendo ese ritmo hasta el 2050, lo que significa la actuación sobre más de 7 millones de viviendas existentes en los próximos 30 años, un reto de dimensiones nunca vistas, mientras que el Plan de Rehabilitación y Regeneración Urbana pretende la renovación de barrios enteros y la actualización de medio millón de viviendas en los próximos tres años. Se estima que, gracias al sector de la rehabilitación, se podrían llegar a crear hasta 400.000 nuevos empleos.