El príncipe Carlos, heredero del trono del Reino Unido, rinde tributo a su madre, la reina Isabel II, en un emotivo documental en el que repasa, con fotografías e imágenes antiguas, sus sesenta años de reinado.

Bellas e inéditas imágenes del príncipe con su hermana Ana cubiertos de arena en una playa de Norfolk (este de Inglaterra) o grabaciones entre bambalinas de la coronación de la reina en 1953 hacen de este filme una pieza única destinada a emocionar a la nación.

"Recuerdo a mamá viniendo, cuando nos estaban bañando, de niños, portando la corona -era bastante divertido-, practicando", narra el príncipe de Gales. Carlos es filmado mirando con gran ternura unas imágenes en blanco y negro de la reina jugando con él cuando aún no tenía un año y apenas andaba. También hay otras en las que Isabel II, el príncipe Felipe de Edimburgo, Carlos y la princesa Ana retozan en los jardines del palacio de Balmoral (Escocia).

La familia real la completan los príncipes Andrés y Eduardo, que sin embargo no protagonizan un documental muy personal que pretende abrir a la población la vida privada de los Windsor.

"El Jubileo de diamantes nos ofrece la oportunidad de celebrar con orgullo todo lo que la reina significa para nosotros -como nación o como hijos suyos-", afirma Carlos en la cinta.

El príncipe, que alaba "la gracia natural" y "extraordinaria compostura" de su madre, expresa además "admiración" por cómo ha mantenido la cohesión de la heterogénea mancomunidad de excolonias y protectorados británicos conocidos como la Commonwealth.

"El hecho de que mi mamá ha sido una constante en la escena ha proporcionado un sensación de continuidad en tiempos de inmensos cambios en los últimos 60 años", explica el heredero.

Pese a rumores de que la reina, de 86 años, ha sido una madre fría y distante, el príncipe Carlos asegura en el documental que "se siente muy orgullosa de su familia, desde que era una joven madre a principios de su reinado hasta ahora, que es abuela".