El actor Philip Seymour Hoffman, ganador del Óscar por "Capote" (2005), ha completado este mes un proceso de rehabilitación de diez días para tratar su adicción a la heroína, confirmó hoy la edición digital de la revista especializada People.

Hoffman, que ya ha tenido problemas de adicción en el pasado pero que logró apartarlos de su vida durante 23 años, recayó hace poco más de un año, según explicó el intérprete al portal de información sobre famosos TMZ.com.

Según su confesión, el problema se reanudó cuando comenzó a emplear potentes medicamentos con recetas hasta que, recientemente, pasó a inhalar heroína. Eso duró una semana antes de ingresar en un centro de rehabilitación en la costa este, según el portal.

El actor de 45 años, que se encuentra en Europa rodando una nueva película, ha señalado que ha contado con la ayuda de "un gran grupo de amigos" y de su propia familia para conseguir la asistencia necesaria a la hora de hacer frente a su problema.

Hoffman, casado con la diseñadora de vestuario Mimi O'Donnell, es padre de tres hijos: Cooper, de 10 años; Tallulah, de 6, y Willa, de 4.

El intérprete, nominado al Óscar también por "Charlie Wilson's War", "Doubt" y "The Master", estrenará en noviembre "The Hunger Games: Catching Fire" y tiene en cartera la cinta "A Most Wanted Man", de Anton Corbijn.